Amadeo Salvo y Rufete sirven su venganza contra Nuno y Lim en plato frío

Amadeo Salvo y Rufete sirven su venganza contra Nuno y Lim en plato frío

Se especula con la posible salida de la pareja española de la directiva che, pero eso no es todo

La pretemporada del Valencia avanza por medio de minas y obstáculos provienientes de la turbulenta relación entre sus distintas partes fuertes de la directiva, mientras que el equipo y la afición son directamente perjudicados en el año en el que el grupo está llamado a hacer un gran papel en su regreso a la Champions League. Las buenas noticias se equiparan o, por momentos, son vencidas en cantidad y calidad por las no tan buenas o las desagradables. Las últimas tienen que ver con el frustrado fichaje del brasileño Rodrigo Caio por el club che.

 

Un futbolista que fue anunciado por ambas partes, Valencia y Sao Paulo, a condición de que superase las pruebas médicas, cosa que ha resultado infructuosa. Dos revisiones distintas, una de ellas en Barcelona para intentar buscar una segunda opinión, que al final fue la misma que la primera: El chico tiene problemas de rodillas y su contratación conlleva un alto riesgo. Sin embargo, en las últimas horas se ha filtrado que está tratando de superar esas mismas pruebas médicas con el Atlético de Madrid. ¿Por qué?

 

La respuesta tiene un sentido claro: Amadeo Salvo. Es la figura que habría aprovechado un pequeño resquicio de error dentro de una operación en la que fue marginado -él y el director deportivo oficial del Valencia, Rufete- para dejar al descubierto de prensa y afición la enorme brecha existente dentro de los círculos de poder del club y retratar al trío contra el que ambos, Rufete y Salvo, 'pelean' en la sombra: Peter Lim, máximo accionista, Nuno, entrenador y Jorge Mendes, la figura que maneja casi de forma real los destinos deportivos de la entidad.

 

El fichaje de Caio se hizo sin contar con el presidente ejecutivo y el director deportivo, en un órdago para tratar de dar un golpe de estado y apartarles del club. De esta forma de daba de lado el fichaje ilusionante de Imbula, talentoso centrocampista del Olympique de Marsella. Era una forma también de castigar las palabras hirientes de Salvo sobre Mendes hace semanas, cuando se refirió al caso Otamendi y el interés del Manchester United. "Mendes no es nadie en Valencia. Puede decir lo que quiera, pero no saldrá por menos de 50 millones de euros". El ataque estaba hecho.

 

Ahora ha pasado muy poco tiempo antes de que la opinión pública haya sabido, con pelos y señales, que Caio no ha superado unas pruebas médicas que demuestran que la gestión deportiva del fichaje ha sido un fiasco. ¿Qué informes se manejaban para no haberlo visto? Y si ahora sí pasa las pruebas con el Atlético de Madrid, cosa que está todavía por ver, ¿qué es lo que ha sucedido entonces? El asunto huele a venganza, a guerra fría.

 

Los efectos colaterales más inmediatos podrían verse en horas: Según la prensa valenciana, Amadeo Salvo y Rufete se han reunido este mismo martes y consideran marcharse del club. Lo harían después de que muchos les atribuyan el haber frustrado la imposición del fichaje de Rodrigo Caio, pero también habiendo demostrado que, otra vez más, cuando mejores perspectivas tiene el Valencia, también aumenta su capacidad autodestructiva.