Bartomeu desata una guerra en el Barça B por el puesto de entrenador

Bartomeu desata una guerra en el Barça B por el puesto de entrenador

Bartomeu desautoriza a Roura y Altimira y provoca un caos en el fútbol base mientras los dos técnicos, llegados al club de la mano de Guardiola, estudian su dimisión.

El papel dentro de la estructura técnica del FC Barcelona de Jordi Roura y Aureli Altimira, hombres de confianza primero de Pep Guardiola y de Tito Vilanova después, ha perdido peso, hasta el punto de convertirse en meras figuras decortativas que conservan su puesto por lo que fueron más que por lo que representan en este momento dentro del organigrama técnico del club.

La prueba de su caída en desgracia es que, como responsables del fútbol formativo del FC Barcelona, ofrecieron el cargo de entrenador del Barça B a un histórico de la casa, García Pimienta, cuando la directiva decidió no renovar a Jordi Vinyals, el técnico que se hizo cargo del equipo tras el cese de Eusebio Sacristán sin conseguir evitar el desastre del descenso a Segunda B. Sin embargo, Josep Maria Bartomeu se ha saltado el criterio de los profesionales del fútbol base y ha nombrado a dedo Gerard López, mucho más mediático y rentable para sus objetivos en la campaña electoral, que se ha convertido en una batalla de nombres.

El problema es que el Barça B echará a andar el próximo día 13 de julio, cinco días antes de la fecha de las elecciones, y lo hará sin entrenador. Cuentan en el fútbol base del club que García Pimienta tenía preparado ya el calendario de la pretemporada con el objetivo de sentar las bases que devuelvan al equipo a Segunda A después de dar las bajas y recomendar las altas necesarias. Pero no acaban ahí los problemas, Roura y Altimira ya habían anunciado a Quique Álvarez que tomaría el relevo de García Pimienta al frente del Juvenil A. El efecto en cadena del no nombramiento de García Pimienta repercute en los demás equipos del fútbol base, ahora mismo convertido en un caos organizativo.

Roura y Altimira le están dando vueltas a la posibilidad de dimitir al confirmar el escaso o nulo peso que su criterio tiene en las decisiones de la directiva.