La clave del pacto Ramos-Florentino: No acabar como Iker Casillas

La clave del pacto Ramos-Florentino: No acabar como Iker Casillas

Ninguna de las partes quieren que se repita la misma historia que con el mostoleño

Ayer lunes se hacía público el primer acercamiento entre Florentino Pérez y Sergio Ramos para tratar de enderezar las relaciones de cara a la renovación del sevillano por el Real Madrid, y así acallar los rumores sobre una posible salida del 'camero' del club blanco. Una operación que podría dejar en una situación delicada al mandatario, que este verano ha tenido que despedir a Iker Casillas, primer capitán y bandera de la entidad durante más de una década.

 

La historia es bien conocida: De un lado, el enfado por parte del futbolista por varias situaciones que considera injustas: Su salario en función de su rendimiento y viendo el que otros jugadores de la plantilla tienen, su rol dentro del vestuario no correspondido con un respaldo acorde por parte del club y, sobre todo, la facilidad con la que se filtran noticias y comentarios nocivos sobre Ramos y su entorno, ensuciando su imagen y colocándole como un pesetero. Lo de Casillas, amigo personal del andaluz, tampoco ha ayudado. El Madrid, por su parte, se ha negado a aceptar chantajes de ningún tipo y se ha valido del hecho de que al central aún le resta un año más de contrato.

 

Parece que ambas partes acercaron mucho sus posturas durante la concentración del equipo en China, donde ayer el Madrid logró su segundo triunfo en tres partidos de pretemporada ante el Inter de Milán (0-3). Se habla de principio de acuerdo y de emplazamiento para cerrar todo en Madrid cuando regrese la expedición blanca. Aunque algunos señalan que Ramos todavía está pensando en marcharse, lo cierto es que en general se ha rebajado la tensión.

 

Pero, ¿cuáles han sido los términos de este principio de acuerdo? Ayer ya los repasábamos en Don Balón, y pasan por un aumento salarial para el futbolista, que se acercará a su cantidad reclamada de 10 millones de euros por temporada, a pesar de que él mismo siempre ha dicho que la situación complicada no se debía a cuestiones monetarias. De todas formas, ese sueldo le coloca al nivel de pesos pesados del vestuario como Gareth Bale o Cristiano Ronaldo; Por otro lado, el Madrid se compromete a lavar su imagen pública como futbolista y a no facilitar para nada la filtración de comentarios injuriosos. Pero hay más.

 

Y es que Sergio no aceptará, ni ahora ni el día que llegue el momento de marcharse, que el proceso sea igual que el que ha habido con Iker Casillas o, incluso, Raúl González en su día. Las despedidas de ambos tendieron a ser lamentables, tristes, en días solitarios de verano y con apenas algunos aficionados en las gradas del Bernabéu, tras un sinfín de filtraciones por ambas partes, club y entorno de los jugadores, acerca de las miserias que uno y otro bando habían practicado para forzar la ruptura. El defensa no quiere irse del Madrid por la puerta de atrás ni como un 'pesetero' y al Madrid tampoco le interesará después de haber aprendido de los errores y la mala gestión del adiós de dos de sus estrellas más legendarias en un periodo de sólo cinco años.

 

Ese es el pacto. El Madrid teme 'contratos blindados' como el que se les hizo a Raúl o Casillas en su día y que han sido fuentes de innumerables problemas para el club a la hora de gestionar los finiquitos y por eso es tan reticente con Ramos. El jugador, por su parte, también tendrá que poner de su parte. Por una vez, los dos interesados quieren acabar bien, sea cuando sea.