Cristiano, Benítez, y volver a 'aprender' a jugar en el Real Madrid
Bale asume más protagonismo al actuar por el centro, pero la forma de jugar del Madrid provoca que el luso no sea el único importante de cara al gol
Uno de los aspectos más interesantes de la pretemporada que está llevando a cabo el Real Madrid es ver cómo se adaptan las distintas estrellas del conjunto blanco a los nuevos métodos de un hombre tan rígido como Rafa Benítez, así como a su sistema de juego, más exigente desde el punto de vista táctico y defensivo que el que los blancos llevaban desarrollando dos campañas de la mano de Carlo Ancelotti.
Benítez no sólo pretende que el equipo se junte y defienda mejor, sino que también intenta dotar al ataque de un punto más de intensidad con una presión alta -como se hacía con Jose Mourinho- y con más movilidad entre los delanteros, de modo que no ocupen siempre posiciones fijas y tengan libertad para cambiar de ubicación. La única premisa es que Gareth Bale casi nunca se moverá por la banda derecha, lugar donde no ha sabido explotar sus cualidades tras dos temporadas. El galés suele actuar por el centro y eso le hace tocar más bola aunque todavía le falta para estar en su mejor forma.
Esto va directamente relacionado con el protagonismo de Cristiano Ronaldo. El portugués completó un primer tiempo bastante bueno ante el Inter. Volver a un estilo de ataque en el que "se corre más" le beneficia en principio, a pesar de que el pasado año empezó a acostumbrarse a jugar de delantero y abandonando la banda, que había sido su refugio durante casi toda su carrera. Sin embargo, sólo lleva un gol en 3 encuentros.
El Madrid mantiene una buena estadística goleadora en pretemporada: siete tantos en tres encuentros, a más de dos por partido a pesar del empate sin goles ante la Roma en su estreno este curso. Las siete dianas proceden de jugadores distintos (Benzema, Pepe, Cheryshev, Jesé, Varane, James y el propio Cristiano). La movilidad hace que el protagonismo se reparta y está por ver si Benítez hace rotaciones y si éstas afectan al portugués, porque entonces, entre unas cosas y otras, su media goleadora podría verse bastante afectada esta temporada a pesar de que el luso siga siendo el jugador más importante del ataque blanco.
Y está por ver cómo se lo toma debido a su constante competición contra Leo Messi. Una lucha individual de la que el Real Madrid se ha beneficiado durante años, pero que ahora está en duda. El Madrid deberá lidiar con este constante equilibrio entre individualismo y equipo, porque no deja de ser menos cierto que sin los goles de CR7 no habría sobrevivido igual en estos últimos años.