Luis Enrique pacta las salidas de Pedro y Adriano e intenta subir el precio

Luis Enrique ejerce más como mánager general que como entrenador del primer equipo después de renovar su contrato con el Barcelona y exigir plenos poderes para hacer y deshacer. Bartomeu le concedió un generoso aumento de ficha que triplicaba lo que percibió durante su primer año y, a cambio, el técnico asturiano se ha ofrecido a convertirse en un hombre de club con más obligaciones hacia la empresa que le paga.

Así hay que entender la estrategia que sigue con las salidas de Pedro y Adriano. Luis Enrique ha hablado con los dos y ha pactado su marcha. Entiende sus razonamientos y ya les ha dicho que no les puede dar más minutos que los que tuvieron la temporada pasada. Ambos le han comunicado que tienen dos ofertas (Pedro, del Manchester United; Adriano, de la Roma) en donde podrían proseguir su carrera gozando de un mayor protagonismo.

Y Luis Enrique les ha dado luz verde, pero también les ha advertido de que no les va a dejar marchar a cualquier precio y que su obligación es mirar por los intereses del club. Por eso los ha declarado públicamente intransferibles y remite a los clubs interesados a pagar su cláusula de rescisión (150 millones en el caso de Pedro y 90 en el de Adriano). Es evidente que ni el United ni la Roma se acercarán siquiera al precio estipulado en el contrato de los jugadores, pero Luis Enrique intenta sacar el máximo. Así se entienden sus declaraciones de hace unas horas al término del Chelsea-Barcelona: "No hay salidas en el equipo, más allá de la cláusula. Estoy muy feliz con todos mis jugadores”. Traducido a la realidad quiere decir: "Si el Manchester United paga 30 millones por Pedro y la Roma 10 por Adriano, pueden irse cuando quieran".