¿Demi Rose de espaldas? El vestido mini que te lo deja claro

Se la reconoce por todo eso

Hay famosas que se pueden reconocer a kilómetros de distancia, casi sin necesidad de un catalejo por todo lo que arrastran a su paso.

Son figuras de lo más femenino, de las que identificaban a la mujer en la Prehistoria por tamaño de delantera y de retaguardia, el concepto de naturaleza que aún en día tenemos.

Y ente ese grupo de inequívocas está Demi Rose y su cuerpo imposible, o de lo más deseado, según se mire y según quién.

No es necesario apostar para saber que lo que más llama la atención de la modelo son sus curvas, el tamaño y la forma de exhibirlas sin ningún pudor que tiene.

Cierto es que todo su físico, el conjunto, es armónico a rabiar, pero a la hora de preguntarnos si la reconoceríamos sólo por su cara, por su rostro, sin ver el resto de su cuerpo, nos entran dudas.

Tenemos claro que a Demi le acompaña lo más grande, que siempre que se la ve la mirada se dirige al mismo sitio y que si hubiera que elegir entre lo que la modelo luce de frente y lo que hace por detrás, tendríamos un serio problema.

Pero cuando tenemos que afirmar si seriamos capaces de identificar el cuerpo de la curvy sin ver una pizca de su rostro, si seríamos capaces de hacerlo sin equivocarnos o si asignar curvas conocidas a una cara también conocida es tan fácil como parece…¡con Demi lo tenemos claro!

Con tan sólo verla por detrás pronunciamos su nombre sin titubear. Sólo hay un tamaño así, sólo hay una retaguardia de ese calibre y sólo hay una maniquí que esté dispuesta a llevar esa clase de estilismo. La respuesta es Demi, y no fallamos.

Queda claro que nos sabemos al dedillo la anatomía de Rose, el gusto de Rose y todo lo que de alguna forma se refiere a Demi. Y eso que no le hemos visto la cara, sino, estamos PERDIDOS, sí, con mayúsculas.