
¡Subiendo la escalera! Amanda Lee con todo eso ¡y de espaldas!
Ha pasado de las rutinas deportivas a las curvas
Si a Amanda Lee hasta hace bien poco se la conocía únicamente por su trabajo como entrenadora fítness, hoy el deporte ha dejado de ser lo más conocido y lo primero que se nombra es su retaguardia.
Ha sabido trabajar lo suyo con tal intensidad y con tal suerte que volumen y la forma adquirida son dignos de cada uno de los comentarios que provoca, ¡qué bien lo has hecho, Amanda!
Se comentan tus rutinas pero más se comenta cómo te sienta un vestido, se mira cómo te ejercitas pero más se mira su delantera, te esfuerzas por seguir con la misma intensidad en el gym, pero ya no es lo mismo y tampoco tú quieres que lo sea.
Incluso se nota que en tus publicaciones sigues esforzándote con el ejercicio pero que las prendas ajustadas y los escotes hasta el ombligo van ganando terreno a lo que te trajo al mundo rosa, parece que te sientes más cómoda luciendo cuerpo que enseñando a conseguirlo.
Subes escaleras con vestidos que parecen una segunda piel con la misma seguridad con la que haces sentadillas y sabes que los ojos de tus incondicionales se van a dirigir a la zona donde termina tu espalda, la que más llama la atención, tu retaguardia.
Y esta vez ha sido un vestido rojo con una raja enorme que amenaza con terminar de romperse y enseñar todo lo que hay debajo pero otra será un top o un bikini mínimo y escaso en tela, porque te has dado cuenta de que lo tuyo hoy va por ahí.
Y la verdad es que nos gusta verte de espaldas, subiendo escalera, enseñando retaguardia como quien no quiere la cosa y llevando esos modelitos que solo tú puedes llevar.
Y eso que todo comenzó con el deporte y la salud, a saber que habría sido de ti si te hubiese dado por la moda.