Ford tiene un Ranger que deja en ridículo al Toyota Land Cruiser
El vehículo sólo se vende en Australia y exige carnet de camión
Desde que Toyota lanzó su última versión del Land Cruiser y desveló que su precio pasa de los 85.000 euros, son muchos los que rastrean el mercado para localizar opciones igual de capaces pero más económicas. Una de ellas es el Ford Ranger, que dispone, además, de una versión prácticamente indestructible que se llama SuperDuty.
Ford Ranger SuperDuty: la herramienta de trabajo definitiva
Ford, con su SuperDuty, no busca satisfacer a ningún dominguero, porque para eso están los SUV. Pretende, simplemente, crear la herramienta de trabajo definitiva y superar incluso las capacidades del Ranger Raptor.
El coche es mucho más grande que el Ranger convencional, que se queda en 5,36 metros de largo. Roza, de hecho, los siete metros llegando hasta los 6,71 y ofreciendo una altura de 1,97. El ancho, se queda en 2,03 y su presencia en carretera es imponente. Además, el coche se puede personalizar con elementos que maximizan su capacidad de carga y arrastre.
El motor de la versión de acceso es un 3.0 V6 diesel garantiza fuerza suficiente para alcanzar una capacidad de remolque de 4,5 toneladas y poder cargar otros 4.500 kg en la caja, aunque quien lo quiera puede disponer de un V8 de 7.3 litros que consume casi 14 de combustible cada 100 km. El coche monta unos neumáticos de 33 pulgadas marca General Grabber e incluye también refuerzos de chasis, protecciones metálicas, bloqueo de diferenciales en los dos ejes y un esnórquel de serie que lleva la capacidad de vadeo a otro nivel.
Probada en Australia
Ford ha sometido en sus instalaciones de Silver Creek (Australia) al SuperDuty a pruebas más que exigentes que se realizaron mediante un sistema de conducción autónomo que reemplazó al conductor. Con ello, se evitó someter a un piloto a una tortura que incluía pruebas que colocaron al límite a la furgoneta.
Lo mejor de todo es que la Ford Ranger SuperDuty, que cuesta unos 45.000 euros, las superó todas sin que ni los anclajes, las soldaduras o la carrocería y el motor sufrieran daños irreparables. El coche, de momento, sólo se va a vender en Australia y no llegará a Europa. Para llevarla , hará falta carnet de camión. En Europa, habrá que conformarse con la versión convencional del vehículo, que está disponible en los concesionarios a partir de 29.060 euros y es mucho más pequeña.