Los números del Fiat 500e hacen peligrar una de las plantas míticas de producción
El modelo Fiat 500e, la versión eléctrica del icónico 500, se encuentra en una situación delicada debido a sus bajas ventas, lo que pone en peligro su continuidad
La transición hacia la movilidad eléctrica está siendo un desafío para muchos fabricantes de automóviles, y Fiat no es la excepción. El modelo Fiat 500e, la versión eléctrica del icónico 500, se encuentra en una situación delicada debido a sus bajas ventas, lo que pone en peligro su continuidad.
Entre enero y septiembre de este año, se registraron apenas 18.500 matriculaciones del 500e, un desplome del 83% respecto a las 52.000 unidades vendidas en el mismo periodo de 2022. Este retroceso es preocupante para Fiat y refleja las dificultades para competir en un mercado eléctrico cada vez más exigente.
Entre enero y septiembre de este año, se registraron apenas 18.500 matriculaciones del 500e
La histórica planta de Mirafiori, en Turín, lleva más de ocho décadas siendo clave para Fiat, pero ahora enfrenta tiempos difíciles. Actualmente, produce exclusivamente el 500e, y la caída en la demanda ha llevado a cierres prolongados. Entre el 2 de diciembre y el 5 de enero, la planta estará completamente inactiva, aumentando la incertidumbre para sus trabajadores.
Fiat 500e
El Fiat 500e no ha logrado destacarse frente a sus competidores por varios motivos. En primer lugar, un precio elevado, con un coste base de 27.018 euros, sin ayudas ni descuentos, se sitúa cerca de modelos más avanzados como el Tesla Model 3, disponible por menos de 30.000 euros.
El precio ha sido un hándicap para Fiat
Por otro lado, la autonomía limitada: Sus 332 km homologados y potencia de 95 CV resultan poco competitivos frente a opciones con mayores prestaciones en el mismo rango de precios. Estas limitaciones hacen que el 500e pierda atractivo en un mercado donde los consumidores priorizan la relación entre coste, autonomía y tecnología.
Para afrontar esta crisis, Stellantis, el grupo automovilístico de Fiat, considera por una parte lanzar una versión híbrida, recuperando una variante híbrida del Fiat 500 con etiqueta ECO podría atraer a un público más amplio y mejorar las ventas. Por otro lado, también está sobre la mesa el cierre definitivo de Mirafiori. Aunque drástica, esta opción no está descartada si el modelo eléctrico no logra repuntar.
La situación del 500e refleja un problema más amplio: la electrificación apresurada. Las decisiones que Fiat tome en los próximos meses serán cruciales para determinar si el modelo puede reinventarse o si será el fin de una era para este histórico coche.