Sería bonito, eficiente y barato, pero Citroën se guarda este proyecto retro en el congelador
Stellantis no sabe si aprovechará algún día los diseños de Dejan Hristov

De momento, sólo es un dibujo salido del lápiz de Dejan Hristov y, desde que se publicó en mayo de 2022 en la plataforma Behancé que Adobe pone a disposición de diseñadores, artistas visuales y fotógrafos para que den a conocer su trabajo, no sabemos nada más, pero lo cierto es que, en su día, los revisitados Renault 4, Volkswagen Beetle, Mini, Renault 5 o Fiat Grande Panda empezaron siendo justo eso: simples dibujos. ¿Podría llegar un día a volver a los concesionarios el Citroën 2 CV? Todo depende de qué decida Stellantis.
El éxito que este mismo año está cosechando Renault con sus nuevos R5 y R4 debería dar que pensar a los ingenieros de Stellantis, pero hay que recordar que en 2019 no se atrevieron a convertir el concept car Peugeot e-Legend en una reedición del mítico 504. Desde que Hristov publicó sus bocetos han pasado ya más de tres años.
¿Qué hace falta para que vuelva el 2 CV?
Si el R4 ha vuelto, lo lógico es que su rival –los dos, por su altura libre hasta el suelo, eran los coches preferidos en las zonas agrícolas de Francia y España, a despecho del Land Rover- lo haga más tarde o temprano. Para desarrollar un coche hacen falta cuatro años y ese plazo está a punto de cumplirse. Citroën no ha hecho nada aún.
Lo admitía, incluso y hace nada el que fuera consejero delegado de Stellantis Thierry Koskas. El directivo, hoy fuera ya de Stellantis, se limitó a decir que, en el caso de que alguien se decidiera a impulsar un lanzamiento así debería ser “muy, muy, muy cuidadoso y cauteloso en cómo lo haríamos”. Hasta la fecha, Stellantis no ha iniciado n i siquiera los estudios iniciales. ¿Qué falta entonces? Decisión y, también, necesidad, porque, de momento, Citroën vende su C4 mejor que bien y ha conseguido –de su mano- acabar con la dictadura SUV al menos en España.
Tienen la plataforma
Stellantis dispone de una plataforma que permitiría desarrollar el coche sin problemas. Se trata de la Smart Car, la misma sobre la que se montan el Citroën C3 y el Fiat Grande Panda. Dicha plataforma admite mecánicas térmicas y mecánicas eléctricas.
Que el coche tiene mercado está fuera de duda: los éxitos de las últimas reediciones de clásicos lo certifican y, si a eso le añadimos el desafío que por prestaciones y precio suponen los coches chinos, lanzar un nuevo 2 CV podría ser una decisión muy inteligente. Al fin y al cabo, y visto lo que ofrecen las marcas chinas, comprar un coche salido de una mesa de diseño de Shangai será la opción objetivamente más acertada en muy poco. ¿Qué les queda a las marcas europeas? Apelar a otras razones más subjetivas como la nostalgia, el prestigio o, también, el esnobismo. Hay quien a eso, al esnobismo, le llama simplemente ‘tontería’, pero cada uno gasta su dinero en lo que le parece. Nicho en el mercado, sin duda, existe.