Una foto está causando furor en las últimos horas en la red.
Jennifer López arrancaba en las últimas semanas una dieta para recuperar su mejor versión.
La diva del Bronx combinaba este nuevo reto con ejercicios que plasmaba en Instagram con fotografías que arrancaban en aplauso de su fans, especialmente por sus abdominales.
Un torso trabajado, en el que podía verde la famosa ‘tableta de chocolate’ y que, ahora, en las redes achacan más a Photoshop que a ejercicio.
Y es que están circulando varias imágenes que evidencian que el vientre plano de JLo no sería tan plano, ni perfecto.
Fotografías que dejan entrever una barriga flácida, incluso michelines que derriban el mito y que no estarían alejadas en el tiempo.
¿Retoque fotográfico o realidad?