Entrevista a Ismael Díaz Galán:

Entrevista a Ismael Díaz Galán: "Luis Enrique no tiene pliegues ni caras B"

El técnico asturiano nos habló de su etapa en el Málaga, de los primeros días de Luis Enrique, del intento de fichaje de Guardiola por parte del Oviedo y muchas cosas más para Don Balón.

A mediados de los 90 el Málaga vivía una depresión futbolística, nada acababa de funcionar y el equipo ya llevaba varios años en la Segunda División B sin conseguir alcanzar un ascenso que los devolviese al fútbol profesional y la llegada de Ismael Díaz Galán, un asturiano con apenas un año de experiencia en esa categoría, cambiaría la historia de ese equipo y de la ciudad. Hoy 17 años después ese técnico se encuentra ahora mismo sin banquillo tras convertirse en un auténtico trotamundos después de pasar por hasta siete equipos de 2ªB, una experiencia en el Farense portugués y otra en el FC Kairat de Kazajistán. Tras ver jugar a Luis Enrique cuando apenas era un crío, conseguir uno de esos inolvidables ascensos en Málaga, intentar traer a Pep Guardiola al Oviedo y probar fortuna fuera de nuestras fronteras ahora Díaz Galán pasa revista de su carrera en una charla de fútbol para Don Balón.

 

Nos situamos en noviembre de 1997, con un Málaga que si bien no estaba mal del todo –Después de 13 partidos el equipo sumaba 6 victorias, 3 empates y 4 derrotas-, no habían sido números suficientes para que el presidente Fernando Puche siguiera contando para el banquillo con Bartolomé Plaza. El proyecto del que era el nuevo máximo mandatario malacitano tenía un objetivo claro: En dos años pasar de la Segunda B a Primera. Un reto enorme y que con ese inicio irregular parecía que se complicaba. ¿Cómo llega Ismael Díaz Galán, un técnico de 32 años que solo contaba con un año de experiencia en Segunda B -había entrenado al filial del Sporting de Gijón el año anterior-, a ese Málaga?

 

Pues por el buen juego de aquellos “descastados” que quisieron apostar por seguir siendo jugadores y que al final sólo los despachos les impidieron ascender a Segunda División, como comités de apelación sentenciaron años después. Y luego la suerte de que Petón, Capelo y Paco González los vieran jugar en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, les impresionasen y decidieran apadrinarme de distintos modos. Petón me llevó a la temporada siguiente de Secretario Técnico al Ourense de Segunda División y en la misma al Málaga en noviembre. Nunca tendré palabras para agradecerle.

 

En Asturias vistes los primeros días como jugador de Luis Enrique, ¿Cómo era el Lucho?

 

Me tocó ser coordinador de un equipo de barrio, La Braña, al que el Sporting lo cedió por ser pequeñín y se salió. Después años más tarde coincidimos en el Sporting. Lucho siempre fue el que veis. De una sola pieza, sin pliegues ni caras B. De lo más íntegro que conocí en el Fútbol.

 

¿Qué recuerdas de tus primeros días en Málaga?

 

Quien no ha estado nunca en Málaga, creerá que exagero. Pero debe saber dos cosas. La primera que la gente de esa tierra te hace ser mejor y segunda que viven todo desde una fe inquebrantable. Creo que cualquier profesional que pasase por allí te dirá lo mismo. A mí como a los jugadores nos hacían vivir tu profesión en otro estado diferente al de cualquier otro lugar.

 

Ese equipo no arrancó del todo bien y llegaste a estar en la cuerda floja después de sumar 3 victorias, 2 empates y 3 derrotas en los primeros 8 partidos. ¿Había mucha presión sobre esos jugadores con un objetivo tan alto marcado?

 

Los equipos no se construyen con varitas mágicas, pero así lo hizo pensar más de un compañero que, por efecto de la suerte, llegaron a ganar varios partidos seguidos y lo vendieron como fruto de su efecto. Son fantasmadas de egos enfermizos. Esto es un trabajo colectivo y como cualquier otro, sólo es resultado de un proceso que no admite atajos.

 

Entrenamientos, ruedas de prensa, comida grupal, concentraciones, charlas tácticas, técnicas, psicológicas, preparación de partidos con vídeos… y los medios de comunicación encima, ¿Al final de la semana el futbolista todavía puede pensar que esto es solo un juego?

 

Es una de nuestras principales tareas como conductores de grupos, vacunarles contra la peor enfermedad que les puede debilitar, la de la Importancia. La de considerarse más importantes que la pelota.

 

¿Cómo lo hacías para quitarles presión a los futbolistas?

 

Cargando yo con ella. A mí no importa que me tiemblen las piernas el domingo yo no tengo que ser preciso con ellas, los jugadores sí. Y luego entrenando la mente, aspecto que siempre ha sido piedra angular en mi trabajo, unas veces asistido por especialistas, presumo de haber tenido los mejores, otras sólo.

 

Tras esos 8 primeros partidos el equipo comenzó a funcionar y lo hizo de una manera espectacular. 17 partidos consecutivos sin perder. Desde la jornada 21 ya no se perdería ningún partido hasta la promoción de ascenso a 2ª. ¿Cuál fue el secreto?

 

El COMPROMISO personal y LA IMPLICACIÓN con la idea. Esos suelen ser los lugares comunes que todo técnico busca cuando empieza su trabajo y cuando lo logra, como ocurrió aquel año, se produce el milagro y cualquiera barrera por infranqueable que parezca se supera.

 

En esa plantilla contaste jugadores que posteriormente han gozado de una larga trayectoria en Primera División como Movilla, Fernando o Sandro. ¿Qué recuerdas de ellos?

 

El ansia de crecer. Fernando (con el que estuve poco porque se lo llevó el Madrid) por reivindicarse como canterano de nivel, “Movi” por no volver al camión de la basura, Sandro por resucitar a los 23 años (tras jugar Champions con 19) y levantarse de donde todos le habían enterrado, igual también él mismo. Y podría seguir con el resto de forma parecida.

 

Además viviste el mejor año de la carrera de Basti, quien anotó 15 tantos, y eso que solo jugó 17 de los 31 partidos que disputó desde el inicio. Contigo comenzó en el banquillo y con el paso de los partidos se fue ganando el puesto. ¿Cómo era tu gestión de los jugadores del banquillo?

 

Pues quitándoles esa etiqueta. Nunca creí en ellas. Basti en especial arrastraba la de que sólo era jugador “de minutos” con el tiempo se la fue quitando y llegó a ser un jugador crucial en aquel ascenso. Pero todavía recuerdo como en el partido decisivo una de las presiones que recibí fue la de que no saliese de titular ante el Terrassa.

 

Al final todo se jugó a una carta…

 

Para jugarse todo a una carta en el último encuentro hay que haber  ganado muchas manos antes durante la partida. Aquel equipo lo hizo y por pocas opciones que nos quedasen decidió creer en sí mismo hasta el último minuto de vida.

 

Siete meses y el ascenso a Segunda División conseguido. Sin embargo, la temporada siguiente el club no contó contigo y contrató a Joaquín Peiró. ¿Por qué no pudiste continuar?

 

Supongo que no daba en cámara en Segunda División como lo hacía un ilustre jugador internacional como Don Joaquín, que realizó además un gran trabajo, y especialmente que no fui dócil a presiones y chantajes sufridos durante la temporada.

 

¿Fue ese año tu mejor año como técnico?

 

Nunca relaciono mejores trabajos con resultado final o con el tipo de premio recibido. Salvar la categoría del Farense en la Primera División Portuguesa o al Kairat de Kazajistan al que, al final, casi lo metemos en competición europea me dejaron muy orgulloso y satisfecho de lo realizado, pero como te dije anteriormente, Málaga te hace sentir especial.

 

Después del Málaga no volvió a sonreírte la suerte de los ascensos aunque sí la de los trabajos cumplidos y como el fútbol es como la vida, también la de los errores. Al año siguiente te contrataba el Cádiz y después de cuatro jornadas te destituyeron, ¿Cuánto tiempo necesita un técnico para poder decir que un equipo es suyo y no herencia de un trabajo previo?

 

No menos de tres meses y también que en ese tiempo no sufras circunstancias externas que te imposibiliten sacar todo el potencial del equipo.

 

Farense (Primera Portuguesa), Granada, Huesca, Cacereño, Jaén, Palencia y en 2006 vuelves a Asturias para dirigir al Real Oviedo. Ocho encuentros sin victoria, un clima complicado desde el primer día, ¿cuánto puede afectar el entorno extradeportivo al buen funcionamiento de un equipo?

 

Yo fui de Secretario Técnico en marzo para planificar la siguiente temporada lo de dirigir los últimos encuentros tras 2 entrenadores y 2 directores deportivos, me lo encontré como imposición. El entorno en muchos sitios es determinante para bien o para mal. En aquel caso entiendo que tras los años de destierro en categorías que un club como este no se merece, pues era lógico que el estado de rabia lo rodease  todo.

 

Posteriormente ocuparías el cargo de Director Deportivo del conjunto carbayón llevando al banquillo al Lobo Carrasco, en una decisión que reconocerías en una entrevista en el blog Dportivos que era por petición expresa de la directiva de un técnico mediático, ¿te arrepientes de esa decisión?

 

No, como de ninguna, porque las decisiones se toman en el momento con su contexto. Con el paso del tiempo y sabiendo sus consecuencias claro que harías otras cosas, pero  la vida no tiene botón de replay. Los clubes y sus circunstancias no los elegimos son ellos los que te eligen y lo único que en mi caso intento es hacer un trabajo honesto. Me enorgullece saber que los que trabajaron cerca te recuerdan con admiración y algunas de tus obras o decisiones aún siguen siendo beneficiosas para los clubes en los que trabajé, otra cosa es que a la maquinaria de generar basura no interese resaltarlas. Yo siempre prefiero irme en silencio. Tu patrimonio son tus obras no las versiones interesadas y las réplicas que sólo consiguen ensuciar la imagen de los clubes que te dieron de comer.

 

En esa misma entrevista reconoces que te pusiste en contacto con Pep Guardiola para el puesto, ¿llegó a haber alguna opción real de que acabase en el Oviedo?

 

Al pedirme un técnico mediático mire la lista de los internacionales que sacaban el título de forma express en Las Rozas. Sabía de Pep Guardiola por compartir amigos y a uno de ellos le pedí que se lo plantease y declinó con muy buenas palabras hacia el club por haberse comprometido ya con el Barça B.

 

Después de unos años en Asturias decides probar fortuna en el extranjero, en Kazajistán, y el “boom” Barça de Pep Guardiola tuvo algo de culpa, ¿no?

 

Pues sí, mi “hermano” Marcos Alonso me recomendó a Julio Alberto que por entonces estaba en el Barça. Le habían pedido técnicos para el Kairat de Almaty, antigua capital de Kazajistán, para implantar el modelo de juego del Barça y allí nos fuimos Pep Serer y yo.

 

Allí te encontraste un nuevo país, equipo, cultura y aún así los resultados fueron buenos. ¿Cómo lo lograste? ¿Es la capacidad de adaptación una habilidad básica para todo entrenador?

 

Es clave y no adaptación como capacidad de mimetizarte con el entorno, ya que te contratan para cambiar una realidad, pero si es básico adecuar tus ideas a un contexto que, si de por si siempre es diferente, en experiencias como esta o la de Portugal que hay tantos contrastes culturales, aún más. Fueron vivencias tan duras como enriquecedoras y profesionalmente muy positivas en cuanto a resultados.

 

Volviste y cumpliste uno de tus objetivos que era entrenar al Avilés, aunque no fue bien del todo. ¿Qué falló?

 

No fue ni bien ni mal, no fue. Coito interruptus. Nací a 100 metros del campo. En cuatro semanas y circunstancias muy difíciles logramos romper la racha de tres meses sin ganar que el equipo llevaba con el anterior entrenador, lo dejé hasta fuera de promoción y a falta de muchos puntos en juego el presidente decidió vestirse de corto, ya que yo no me plegué a sus consignas y opiniones técnicas. Hay ceses más honrosos que conclusiones de contratos en la más profunda indignidad. Creo que en estos casos quien tendría que dar explicaciones son los técnicos que ponen sus títulos para que estos personajes usurpen nuestros trabajos y por supuesto el Colegio de Entrenadores creado y pagado para que nos defienda y que, sin embargo, en la realidad está para otras cosas.

 

Muchos años en los banquillos, realizaste el primer campus de verano de fútbol que se hizo en España, utilizabas los vídeos motivacionales antes de que se pusieron de moda… ¿Qué crees que te faltó para llegar a Primera División?

 

Aún sigo intentándolo, pero sólo desde mí continúa formación y estudio lo cual sin ir acompañado de un representante fijo o fondo de inversión que te ampare o currículo de jugador profesional es complicado, Pero cosas más difíciles vi. De momento toque la máxima categoría en dos países extranjeros. Ahí seguiremos hasta que el cuerpo aguante, pero siempre anteponiendo el SER al ESTAR.

 

Profesor de Centros de formación de Entrenadores, seguramente veas a muchos exfutbolistas que buscan sacarse el título. Muchos de ellos, seguramente tengan la vida solucionada. ¿Por qué crees que buscan seguir en el mundo del fútbol tras retirarse?

 

Mantenerse cerca del lugar en el que han pasado gran parte de su vida, el campo de fútbol, y continuar la forma de vivirla que tuvieron desde niños. Después están los que entienden que entrenar es una profesión distinta y se forman para ella aprovechando sus experiencias y los que quieren seguir viviéndola como jugadores eternamente.

 

Uno de esos exfutbolistas que ahora se han convertido en entrenadores es el actual técnico del Málaga, Javi Gracia. ¿Qué destacarías de su trabajo?

 

Su dedicación, honradez, compromiso con el fútbol y el club. Su sentido colectivo del juego. Un gran compañero que me honró con su presencia hace un año en la presentación de mi tercer libro en Málaga.

 

Esta semana el Málaga vive la locura del fútbol actual para los entrenadores. En los últimos 10 días ha habido jornada el fin de semana y jornada el miércoles y además hay jornada el fin de semana de nuevo. ¿Estamos llegando a un punto en que es más importante para los futbolistas la recuperación del esfuerzo que la preparación para el partido siguiente?

 

Sin duda la recuperación (física y psíquica) y no me refiero sólo al cansancio de un partido sino de horas de aeropuerto, viajes, preocupaciones… ha sido siempre clave pero al tener menos tiempo aún es más decisiva.

 

En ese contexto el trabajo del entrenador se complica. Los entrenamientos se reducen, ¿puede llegar a creer el futbolista que no es importante entrenar o hay que crearle esa necesidad?

 

El entrenamiento, como ocurrió en la NBA, será en la parte deportiva  cada vez más individualizado y privado y en el colectivo más centrado en el modelo de juego. Los partidos al final serán los que den el tono y ajuste adecuado a los equipos. Para algunos que consideramos que el mejor entreno es un partido no lo vemos mal salvo por la masificación que exige la mercadotecnia que invadió nuestro fútbol.

 

Volviendo al Málaga, que se enfrenta al Real Madrid esta jornada, ¿En qué destaca el equipo de Javi Gracia?

 

Creo que armar un equipo en circunstancias tan inestables como vive el Málaga en los últimos años no es fácil. A Javi le cambian piezas claves de su juego del año pasado, incluso en la víspera de un encuentro oficial, lesiones de jugadores claves...

 

Aun así ha construido de nuevo un equipo sólido y solidario en defensa, con un portero en gran estado de forma como Kameni, un eje central que ganará aún más en solvencia con la recuperación de Weligton pero que hasta ahora, enfrentándose con los mejores equipos de la mejor liga del mundo se mostró difícil de batir. Y creo que donde más sufrió los cambios fue en el aspecto ofensivo, si bien por bandas sigue siendo incisivo, le falta creación, con más recuperación que construcción en el medio campo y poco especialista en la finalización, le cuesta materializar sus esfuerzos ofensivos en goles, con una racha que, aunque preocupante, no es irreversible habiendo transcurridas tan pocas jornadas y con el buen trabajo de Javi.

 

Soy optimista ante el Madrid. Creo que hasta ahora se evidenció que ante los grandes les supo plantar cara precisamente porque ante ellos el peso creativo lo llevan ellos y sus carencias en construcción no se notan al ser más basado su juego ofensivo en ataques cortos o en contraataques.

 

¿Por dónde se le puede meter mano al Real Madrid actual?

 

Hasta ahora siempre que se les trabó el flujo de balones a los bestias de arriba al Madrid les costó manifestar su superioridad ocurrió contra el Sporting o el Granada, pero hablamos de una selección mundial de primeras figuras que son capaces de en cualquier ramalazo pintarte la cara.

 

Para un entrenador la preparación de un partido imagino que debe ser lo más importante del mundo, ¿se puede desconectar en algún momento?

 

El entrenador siempre vive tres partidos: El soñado, sobre el que diseñas lo que quieres que pase; el real, que es el que ocurre, y el repasado, que es la fuente en el que bebes para mejorar y proyectar tu trabajo hacia el futuro. Este proceso como es lógico te impide desconectar poco si a esto le sumas preparación de partido próximo, entrenos, dinámicas de grupo, atención a medios…No obstante, es vital para tu salud mental saber desconectar sino estás listo, véanse mis canas, arrugas y escaso pelo.

 

Si no vence el Málaga seguirá en los puestos de descenso y seguramente se comiencen a escuchar las primeras voces discordantes sobre Javi Gracia, quien todo el mundo reconoció su gran trabajo la temporada pasada, con casos así podemos llegar a pensar que realmente hay un axioma claro en este deporte: ¿Es la incertidumbre lo más estable del fútbol?

 

Lo que tendría que haber en los cursos de entrenadores es una asignatura llamada “el entrenador, un poder inestable” y que en el primer tema figurase no creerse más importante que los jugadores y la pelota. El segundo no asumir el protagonismo del resultado final sino del proceso. Y como ejemplos recientes el de Nuno hace unos meses saliendo del bus a saludar a una afición que lo aclamaba y ahora que le exige irse. Hay que aprender a vencer sin sed de cava y a perder sin empacho de culpas ni disculpas. Le deseo lo mejor a Javi, por buena gente y porque además será lo mejor para mi Málaga.