Salón de la Fama del Taekwondo recibe con honores a un guatemalteco
El primer medallista del taekwondo guatemalteco en los Juegos Panamericanos, Marco Prado, es también el primero en ingresar al Salón de la Fama de Taekwondo.
Marco Prado vio recompensada su impecable carrera como árbitro y labor de una vida el 25 de septiembre recién pasado cuando recibió la inducción para formar parte del Salón de la Fama del Taekwondo en una ceremonia de gala celebrada en Zagreb, Croacia.
"Estoy feliz por ser reconocido. Mi distinción la tomé en nombre de mi familia, mis padres y mi país. Guatemala necesita que demostremos que podemos destacar y tener liderazgo", manifestó.
Obra de vida
Nacido en la ciudad de Guatemala, hijo de Leonel Prado Rossotto y Judith Serrano de Prado, Marco encarna la excelencia, dedicación y disciplina a través de esta arte marcial.
Marco detalla que hasta hoy cuenta con 31 participaciones internacionales como árbitro, entre las que destacan dos Copas del Mundo, dos clasificatorios olímpicos, dos Campeonatos Mundiales absolutos y dos en categoría Juvenil, un Mundial Universitario, un Mundial Paralímpico y cuatro Grand Prix de la WTF.
Prado, quien profesionalmente ejerce como abogado y notario desde hace 30 años es también es un apasionado por la enseñanza. Desde 1986 cuando decidió independizarse y abrir su propio gimnasio, ha tenido a más de 2 mil alumnos y ha otorgado alrededor de 150 cintas negras entre quienes sobresalen Euda Carías, exatleta olímpica y la joven promesa Andrés Zelaya.
"El taekwondo me ha ayudado a formar y cambiar la vida de mis estudiantes. A través de él he desarrollado mis valores. El deporte te da vida, salud y principios y eso trato de proyectarlo a través de mis clases. Me impresiona ya que es un deporte practicado por casi 70 millones de personas de 207 países", resume.
Recuerdos
Desde muy joven, su vida está ligada a esta disciplina. "De niño me encontré con el taekwondo debido a que mi padre creyó que debía practicar a un deporte de defensa personal. Empecé en un gimnasio de la capital y fui campeón en todas las cintas y a nivel nacional hasta obtener la cinta negra en 1980. Para mí el taekwondo fue una herramienta para moldear mi carácter", relata.
En el alto rendimiento, Prado llegó a la cúspide durante los XI Juegos Panamericanos en La Habana, Cuba en 1991, al haber ganado la medalla de bronce en la división de hasta 76 kilogramos (la primera para un nacional en las justas). "Fue de mis mejores experiencias a nivel competitivo. En la semifinal me fui con la satisfacción de que el canadiense de origen coreano quien era campeón mundial, Jae Hoo Lee, apenas pudo tocarme durante buena parte del combate. Él era la estrella de los Juegos, y fue medallista olímpico un año mas tarde".
"Probé todas las facetas del taekwondo. Fui campeón nacional, Centroamericano, Panamericano, fui entrenador de la selección mayor un año. Participé en el primer Mundial de Pomsae en Corea en 2006, junto con mi alumno Héctor Cazali (reconocido maestro y entrenador)", añade.
Así se abrió paso como árbitro
En la década de los 90, la señora María Borello, en ese entonces presidenta de la Federación Nacional, le ofreció la posibilidad de viajar a Miami, Estados Unidos para llevar un curso de arbitraje. Marco aceptó por su constante inquietud de aprender y aplicar las reglas. Luego continuó su actualización en 2003, en Alemania, en Las Vegas en el 2008 y fue invitado al Selectivo a Juegos Olímpicos de la Juventud en Tijuana, México en 2010. Todo gracias al apoyo de la Federación, a quien le agradece y considera ha sido un soporte indispensable para lograr sus objetivos.
Así vinieron viajes a China, España, Inglaterra, Francia, Israel, Argentina, Catar, Costa Rica, México, Egipto, China Taipei, Turquía y Rusia, para tomar parte de eventos de clase mundial, los cuales le valieron para construir una carrera de prestigio y respeto.
Fruto de sus relaciones internacionales en el arbitraje, Prado se dio a conocer a nivel mundial. "Mi vida no es sólo el arbitraje (lleva aproximadamente 10 años). Tengo 40 de estar involucrado en muchas áreas del taekwondo (en su hoja de vida también tiene títulos en tres Abiertos de Estados Unidos y en el Mundial en Italia en el 2013, en la categoría master). Ser árbitro me dio la posibilidad de ganarme el respeto internacional y eso me llena de orgullo", finaliza.