Boca aparece en el megaescándalo del FIFAgate

Alejandro Burzaco reconoció que le envió dinero al club de la Ribera

Cada día que pasa, en los tribunales de Brooklyn, el escándalo del FIFAgate continúa creciendo a pasos agigantados. Es que Alejandro Burzaco, ex CEO de Torneos y Competencias y hombre cercano a Julio Grondona, declaró por cuarto día consecutivo en el marco de la megacausa por coimas en el fútbol y en esta oportunidad el que “cayó” fue Boca. Además, trató de antisemita a Don Julio y desligó de los sobornos al actual presidente de la Nación, Mauricio Macri, y a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.


El empresario, que está detenido desde mediados de 2015 cuando salió a la luz la megacausa mundial de sobornos, aseguró que la institución de la Ribera recibió “dinero extra” por su “relevancia” en la competencia continental aunque nada indica que haya sido ilegal como tampoco se conoce el monto exacto, frente a la consulta del fiscal. “Le pagamos a Boca distintos pagos durante un período de tiempo. Era por sus participaciones en la Copa Libertadores”, destacó.


Recordemos que el accionar de Burzaco salvó a Boca de una sanción mayor de Conmebol en el Boca-River por la Libertadores que fue suspendido ya que le entregó al club de la Ribera el video en que se veía al Panadero Napolitano accionando el gas pimienta contra la manga por la que salían los jugadores de River a jugar el segundo tiempo del encuentro. Pese a que los hinchas de Boca pensaron que Burzaco había hecho presión para que sancionen al Xeneize, dada su condición de hincha fanático de River, esto no ocurrió ya que el poder de los clubes fue más que la pasión por los colores.

 

No confiaba
Además, Burzaco admitió que él y el fallecido presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Humberto Grondona, “no” confiaban en Mariano Jinkis, hijo de Hugo y dueño de una empresa de marketing deportivo llamada Full Play.


Los Jinkis fueron detenidos también en 2015 pero abonaron 12 millones de pesos de fianza para aguardar el juicio en su casa por la investigación sobre los delitos de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico.


Finalmente, Burzaco argumentó que la poca confianza del ex mandamás y vicepresidente de la FIFA hacia Jinkis se debió al “odio” hacia los judíos. “No le gustaban los Jinkis (Hugo y Mariano) porque son judíos y él no confiaba en los judíos. Yo creía más en Hugo que en Mariano. Para mí, Mariano mintió más”, remarcó.


El brasileño José María Marín, ex presidente de la Confederación de Fútbol de Brasil, su homólogo en Perú, Manuel Burga, y Juan Angel Napout, ex presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), son los enjuiciados por las coimas.