Defraudó a Doncic en Dallas, era una dupla mágica como LeBron y Davis y es la nueva estrella NBA

Se postuló como el socio ideal para el base esloveno, pero no cumplió con las expectativas

Defraudó a Doncic en Dallas, era una dupla mágica como LeBron y Davis y es la nueva estrella NBA

Luka Doncic es noticia hoy porque el jugador esloveno de 24 años regresa a Madrid para disputar un amistoso con los Dallas Mavericks ante su exequipo en lo que supone un regreso más que emotivo a la capital, aunque la razón no sea la más deseada.

Eso sí, tanto Wonder-Boy como el resto de superestrellas de las NBA se han quedado altamente sorprendidos con la asombrosa puesta en escena de Kristaps Porzingis en los Boston Celtics. El espigado ala-pívot letón aterrizó en el TD Garden hace algunas semanas atrás y, aunque su llegada a Massachussets generó muchas incógnitas por sus cuestionadas últimas campañas en la NBA, no ha tardado en acallar todas esas críticas y postularse como un aliado de lujo para Jayson Tatum, Jaylen Brown y Jrue Holiday, otra incorporación galáctica cerrada por la franquicia recientemente. 

Recordemos que Porzingis, a pesar de que disputó su última temporada en los Wizards, formó parte de una generación top en Dallas que invitó a pensar que, junto a Luka Doncic, el letón podría firmar una de las duplas más temibles del NBA, pero nada más lejos de la realidad.

Mavs

Mark Cuban y los aficionados tejanos sopesaron que Doncic y Porzingis podrían llenarse de tantos halagos como la sociedad formada por LeBron James y Anthony Davis en Los Angeles Lakers o como la compuesta por Jamal Murray y Nikola Jokic en los Denver Nuggets, pero la decepción fue mayúscula en este apartado.

Aunque las prestaciones de Doncic han sido magistrales desde que llegó al equipo hasta tal punto de considerarse al esloveno uno de los jugadores más talentosos de la NBA, amén de ser un firme candidato a ganar el próximo MVP, Porzingis no ofreció el rendimiento esperado y esto terminó precipitando su salida del American Airlines Center.

A pesar de todo ello, el tiempo ha girado 180º la situación del jugador en la NBA y, tras depositar los Celtics su entera confianza en el gigante de Liepaja asumiendo su elevado salario de 36 millones anuales, este ha demostrado atesorar un talento innato con el que, valiéndose de su estatura y de su excepcional tiro exterior, se convierte en un jugador muy difícil de frenar.