CR7 quiere hundir a Zidane y Koeman, 48 millones tienen la culpa
El portugués ha dado un giro a la situación de la Juventus y ha amenazado a sus máximos rivales
Cuando todo hacía indicar hace unas semanas que la Juventus de Turín no sería este año un duro escollo en la lucha por levantar la orejona, los últimos encuentros han puesto de manifiesto que la voracidad de Cristiano Ronaldo es capaz de derribar cualquier muro que se ponga en medio de su camino.
Y es que el cuadro bianconero, al igual que el FC Barcelona de Ronald Koeman, ha dado un giro radical a su situación del primer tramo de la temporada y está más convencido que nunca de poder dar la machada a sus mayores contrincantes: el último envite europeo frente al Dinamo de Kiev así lo ha reafirmado.
CR7 alcanzó anoche la suculenta cifra de los 750 goles en su carrera deportiva y cada vez amenaza más la marca del máximo anotador, protagonizada por Josef Bican con 811 tantos. Para más inri, sus mejores socios esta campaña están empezar a retomar su mejor versión e incluso ha entrado en escena un futbolista que apenas había tenido repercusión desde que aterrizó en Turín: Federico Chiesa.
El jugador italiano llegó al club en el pasado mercado estival a cambio de 48 millones de euros. Cuando todo hacía indicar que los juventinos no estaban en condiciones de realizar un desembolso semejante, el cambio de rumbo que sufrió el fichaje de Luis Suárez en los últimos momentos catapultó a la Vecchia Signora a lanzarse a por otros efectivos, haciéndose de esta forma con los servicios del ex de la Fiorentina y de Álvaro Morata, que tiene la puntería más afinada que nunca y cosecha uno de los mejores cocientes goleadores de los últimos años.
Por su parte, aunque el Real Madrid está atravesando una dinámica tremendamente mala, el club sigue con opciones de acceder a los octavos de final de la presente edición de la Champions League, por lo que tratará de revertir cuanto antes la mala situación que vive a día de hoy para postularse como una alternativa a ganar el torneo.
Por otro lado, Koeman tendrá que enfrentarse a los turineses en el postrero compromiso de la fase de grupos, por lo que podrá dar fe de la evolución que ha sufrido el equipo en las últimas semanas. Aunque el conjunto blaugrana tiene prácticamente sellado el primer puesto, no quiere dejar pasar la oportunidad de ponerse a prueba ante uno de los mayores escollos en la competición: lucha de colosos para tocar la gloria.
