Ni Isco, ni Marcelo: los culpables del Madrid son ellos y Zizou duda

Ni Isco, ni Marcelo: los culpables del Madrid son ellos y Zizou duda

Florentino ya está mirando el mercado como toque de atención a los dos cracks blancos

Aunque el Real Madrid ha experimentado una mejora virtual sobre el terreno de juego en los últimos partidos, no ha dejado de evidenciar diversas carencias en la parcela que más seguridad ha transmitido en los últimos años: el eje defensivo.

Tanto Raphael Varane como Sergio Ramos han conformado una pareja de centrales de lo mejor en la última década, pero desde el comienzo de la presente temporada su rendimiento ha decaído notablemente. Thibaut Courtois ha sido el encargado de aminorar los fallos defensivos y por ello el belga ha sido el mejor jugador del equipo en el primer tramo, lo que resulta altamente significativo y pone de manifiesto que el Real Madrid ha perdido su contundencia defensiva.

Courtois

Quizá porque los años no pasan en balde para nadie o quizá porque los equipos ya le tienen tomada la medida al equipo, la defensa blanca ha sido todo un despropósito en estos meses iniciales.
Ni el futbolista francés ni el español han mostrado las mismas sensaciones que contribuyeron enormemente a que el Real Madrid lograra el campeonato liguero allá por el mes de julio. Solamente Ferland Mendy ha demostrado estar al nivel que se espera de él en el aspecto defensivo, algo que está dinamitando los intereses del club merengue.

Zidane tiene claro que ellos dos son los centrales titulares del equipo y es consciente de que cuando juegan juntos su rendimiento aumenta, pero no está siendo todo lo eficaz que requiere el galo. Las aspiraciones del club por lograr sus objetivos pasan porque la zaga sea un auténtico muro para los rivales, ya que la plantilla ha evidenciado una falta de gol que hace que la línea defensiva se convierta en la línea más importante.

Con la llegada de un nuevo envite europeo de primer nivel el Real Madrid tiene la oportunidad de sellar su resurrección futbolística y de devolver a los aficionados las esperanzas que tanto Zidane como los jugadores habían dilapidado. Para ello, el tridente defensivo será de nuevo una de las bazas a las que aferrarse para tratar de revertir la situación en la fase de grupos de la Champions League.