Joan Laporta le pide a Jorge Mendes que controle las malas amistades de Lamine Yamal

Lamine Yamal ha superado todas las fronteras posibles. Ya no es un simple futbolista, su talento ha trascendido el mundo del deporte y, gracias a su personalidad y su desparpajo, el español se ha convertido en toda una estrella mediática. De hecho, después de este verano, se habla más de Lamine por todo lo que hace fuera del campo que por sus diabluras sobre el césped. Una situación que no hace ninguna gracia en el Barça, donde preferirían que Lamine fuera un poco más cortado a la hora de exponer su vida en redes sociales.

Por otro lado, más allá de la preocupación que pueda haber por la forma que tiene Lamine de entender y de disfrutar de su tiempo libre, lo que no gusta ni un pelo a Joan Laporta y a Hansi Flick, son las pésimas amistades que tiene Lamine. El joven no parece estar rodeado de personas dispuestas a asesorarlo y a buscar su bien deportivo y personal, más bien parece que solo quieren ir de fiesta con él.

Jorge Mendes, obligado a intervenir por el bien de Lamine

Ante esta situación, ha sido Jorge Mendes el que se ha visto obligado a intervenir y tratar de reconducir el rumbo de la vida de su representado. Este verano ha dejado claro que a Lamine hay que atarlo en corto. Todavía es muy joven y ha mostrado signos de que se puede perder por el camino si no hay nadie que lo vaya guiando y dándole algún que otro tirón de orejas. Algo que, evidentemente, su círculo cercano no va a hacer, a menos que sea alguien como su madre o, en su defecto, Jorge Mendes.

El representante portugués es consciente de que tiene a la gallina de los huevos de oro y no va a permitir que se equivoque con el desarrollo de su carrera y de su vida. Es por este motivo que ya le ha dado un importante toque de atención y le ha pedido, por favor, que deje de rodearse de artistas e influencers polémicos.

Así pues, la preocupación en can Barça ha acabado llevando a Jorge Mendes a tomar partido en una situación en la que Lamine Yamal comenzaba a dar síntomas de perder el norte y de llevar su vida por los caminos menos adecuados para un futbolista de primer nivel.