Francia profana a Brasil: el 10 y Griezmann, a por Pelé y Garrincha

Francia profana a Brasil: el 10 y Griezmann, a por Pelé y Garrincha

Deschamps cuela en su segunda final consecutiva y mira a la historia

Cuando uno miraba, hace no tanto tiempo, el palmarés en la Champions League (o Copa de Europa) de Paco Gento, jugador legendario del Real Madrid, pensaba que su hito, lograr seis títulos, era un récord inalcanzable, sin embargo hoy en día en el fútbol mundial hay muchos jugadores capaces de igualarlo, y la mayoría juegan en el actual campeón, el equipo blanco. Lo mismo pasa desde ayer con la Francia de Didier Deschamps, Mbappé y Griezmann: tras ganar a Marruecos en Qatar están a un paso del logro de Pelé y Garrincha, entre otros; de una Brasil de leyenda.

Sobre el partido de ayer cabe decir que el planteamiento de Regragui, míster marroquí, fue un poco más valiente pero esta vez salió cruz porque fue forzado a serlo, básicamente porque la selección magrebí tuvo la mala fortuna (o el tino galo) de que sucediera justo el único acontecimiento que puede tirar por tierra su plan: encajar un gol tempranero, el de Theo. No cabe duda que esa circunstancia habría sido un lastre terrible ya incluso ante España y Portugal, sin embargo españoles y lusos no lo consiguieron; la campeona del mundo, quizá por serlo, sí lo hizo. Y a partir de ahí se jugó a lo que quisieron Griezmann y compañía.

Regragui

Marruecos se vio obligada a adelantar líneas, subir la presión, correr más y arriesgar. Plantear, en definitiva, justo para lo que no está configurado este equipo, y al salir de su ecosistema la mejor selección del planeta, sólida, plana pero eléctrica, ajustició al equipo africano, que muere en la orilla del gran sueño del prime continente de la humanidad.

Francia

¿Y enfrente? Pues una selección que roza la leyenda, como son les bleus, de nuevo en una final solo cuatro años después de ganar la anterior. Es más, solo hay dos equipos en la historia de los mundiales que lo hayan conseguido: uno fue la Italia del 38; la otra, la Brasil (1958 y 1962) de Pelé y Garrincha, de Didí y Djalma Santos… Palabras mayores. Es verdad que delante, en la final, estará la Argentina de Leo Messi, pero sin desmerecer a la selección sudamericana y sabiendo que en el fútbol todo puede suceder, Francia parte con ventaja porque se creen algo que ya han hecho realidad. Se saben capaces de golpear en el momento idóneo, son duros en defensa, fuertes en el repliegue y rápidos en el despliegue, tienen genio y no solo con Mbappé, sino también con Antonie Griezmann, también pegada, potencia y saben ganar esta competición. Sus mil recursos les dan la ventaja. Y tienen eso tan del Madrid que asusta: ganan a veces dominar, solo por empuje, por creencia.

Brasil

Todo puede pasar, sí, pero romper la historia, como hizo el actual Real Madrid, está ya al alcance del 11 de Deschamps. Solo falta un partido en el Mundial de Qatar para igualar a O Rei, posiblemente el mejor jugador de todos los tiempos… eso sí, antes hay que reventar el sueño de un tal Leo Messi.