Mansour Bin Zayed pide precio a Florentino Pérez que, ahora así, aceptará 110 millones del Manchester City
El presidente estaría dispuesto a aceptar la salida de una estrella del Madrid a un alto precio

El Real Madrid tiene claro que deberá hacer una remodelación profunda de la plantilla de cara a la próxima temporada para evitar los constantes problemas que ha tenido el conjunto blanco este curso. Además del cambio significativo en el banquillo, con la más que probable destitución de Carlo Ancelotti y la llegada de Xabi Alonso al Santiago Bernabéu, también habrá movimientos importantes en el equipo.
Uno de ellos será en formato de salida y afectará a una de las estrellas: Rodrygo Goes. El brasileño ha sido uno de los jugadores más criticados del Madrid en los últimos meses por su pésimo rendimiento, especialmente de cara a portería, donde está sufriendo una sequía importante. Por eso, es el gran sacrificado de Florentino Pérez, que ya lo ha puesto en el mercado y le ha colocado un precio bastante alto.
El Madrid le ha puesto precio a Rodrygo ante el interés del City
En ese sentido, uno de los equipos más interesados por él es el Manchester City, ya que Pep Guardiola es un enamorado del atacante y cree que su llegada al Etihad Stadium sería muy beneficiosa para sus esquemas. Por eso, el técnico catalán le ha pedido al jeque y dueño del conjunto inglés, Mansour Bin Zayed, que haga todo lo posible, económicamente hablando, para fichar al brasileño.
El Madrid le habría puesto un precio de 110 millones de euros a Rodrygo, ya que el club cree que tiene mucho valor de mercado y no quiere dejarlo salir por nada. Aun así, desde el Manchester City creen que es una cantidad desorbitada y habrían tasado al futbolista por poco más de 80 millones, un precio que sí que estarían dispuestos a pagar por el atacante de la entidad madrileña.
Xabi Alonso quiere que el brasileño salga
Xabi Alonso tiene claro que Rodrygo será la estrella sacrificada en el Madrid para que las demás piezas clave estén más cómodos sobre el terreno de juego. El brasileño no tendría sitio en las alineaciones del tolosarra, por lo que la dirección deportiva prefiere venderlo antes que tener a un futbolista como el atacante en el banquillo, y aprovechar su venta para reforzar otras posiciones más necesitadas.