Ferrari mete en un lío a Hamilton y el sueño se convierte en pesadilla
Lewis Hamilton enfrenta su mayor desafío en Ferrari mientras el equipo lucha por encontrar su rumbo

El esperado inicio de Lewis Hamilton con Ferrari está lejos de lo que muchos imaginaron. El siete veces campeón del mundo, a sus 40 años, no ha logrado brillar con el Cavallino Rampante en sus primeras carreras. El sueño rojo se tiñe de gris. Y no solo por los resultados.
Hamilton ha reconocido públicamente que parte de la culpa es suya. No ha terminado de adaptarse al coche ni al entorno. Pero también hay factores fuera de su control. Según La Gazzetta dello Sport, la salida de Enrico Cardile, el exdirector técnico, fue un golpe duro para la estructura técnica del equipo.
Cardile se marchó de forma inesperada a mitad de la pasada temporada. Desde entonces, el rol quedó en manos de Frederic Vasseur, jefe de equipo, como solución temporal. Todo esto ha generado inestabilidad justo en el momento en que Hamilton necesitaba certezas.
Mientras esperan la llegada de Loic Serra, precisamente desde Mercedes, el antiguo equipo de Hamilton, la Scuderia navega en aguas turbulentas. El coche no está al nivel. La gestión interna, tampoco.
A positive weekend for the team 👊 pic.twitter.com/2VBExhQOqI
— Scuderia Ferrari HP (@ScuderiaFerrari) June 29, 2025
Un contrato millonario bajo la lupa
El fichaje de Hamilton fue una bomba mediática. Ferrari no solo quería su talento, sino también su imagen. Y eso tiene un precio. Según Corriere della Sera, Hamilton habría aceptado un salario base más bajo, a cambio de bonificaciones por rendimiento. En total, podría llevarse fácilmente 100 millones de euros en dos años. El contrato incluye dos temporadas fijas y una opción para un tercer año.
Sin embargo, con un arranque tan complicado, las dudas crecen. ¿Valdrá la pena la inversión? ¿Podrá Ferrari darle a Hamilton un coche competitivo antes de que sea tarde? Por ahora, el piloto británico se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su carrera. El equipo está en proceso de reconstrucción. Y él, en plena adaptación.
Lo que pintaba como un cierre de oro para su carrera, hoy se parece más a una pesadilla roja. Aunque, claro, esto es Fórmula 1. Y todo puede cambiar en cuestión de segundos. La pasión de Hamilton por ganar está intacta, pero ahora más que nunca necesita un Ferrari a la altura de sus sueños.