La situación de Jorge Martín al límite, se pierde varias carreras del Mundial
Un inicio cuesta arriba para el campeón, la recuperación de Jorge Martín pone en jaque su defensa del título
El mundo del MotoGP está a punto de comenzar una nueva temporada, y Jorge Martín se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su carrera. A tan solo dos semanas del Gran Premio de Tailandia en Buriram, el piloto madrileño aún no ha podido subirse a su Aprilia tras su fuerte caída en los test de Sepang. La situación es crítica: sin haber rodado en pretemporada y con una moto completamente nueva, el vigente campeón del mundo tiene por delante una recuperación contrarreloj para poder defender su corona.
A pesar de este escenario adverso, Martín no ha perdido la motivación ni la ambición. Su determinación por volver a la pista lo antes posible es inquebrantable, aunque su entorno y el equipo médico son cautos. Saben que, sin una preparación adecuada, su rendimiento puede verse afectado en las primeras carreras, pero el español es conocido por su capacidad de adaptación y su garra en los momentos difíciles.
Desde el equipo Aprilia, Pablo Bonora, director deportivo, ha asegurado que no ejercerán presión sobre su nuevo piloto. "Consideramos las cuatro primeras carreras como un test para Jorge", afirmó en una entrevista. Esto significa que, aunque Martín logre subirse a la moto en Tailandia, su verdadera lucha por el campeonato podría comenzar con retraso, dándole a sus rivales una ventaja inicial.
La situación de Jorge Martín al límite: se pierde varias carreras del Mundial
Lo que parecía un contratiempo temporal se ha convertido en una pesadilla para Jorge Martín. Su recuperación no ha avanzado tan rápido como se esperaba, y aunque su entorno confiaba en verle en Buriram, la realidad es otra. El español no podrá competir en las primeras carreras del Mundial de MotoGP 2025.
Su ausencia en Tailandia es prácticamente un hecho, y la incertidumbre también rodea su participación en los siguientes Grandes Premios de Argentina, Austin y Qatar. El tiempo que ha perdido fuera de la pista, sin conocer el comportamiento de su nueva moto, supone una desventaja considerable frente a sus rivales, quienes han podido rodar con normalidad durante la pretemporada.