Las vacaciones más bestias de Jorge Lorenzo con su equipo en Ducati
El destino del piloto español
Desconectar. Esto es lo que Jorge Lorenzo tiene decidido hacer después de probarse en los test de los próximos días.
El piloto balear deja la moto en el box para viajar a la República Dominicana, en concreto a Punta Cana, con los miembros más próximos de su equipo en Ducati y amigos, en total unas 15 personas.
Un punto y aparte que debe marcar un antes y un después en un año para olvidar que ha decepcionado a todos. También a Lorenzo.
"Me había preparado para una temporada complicada, quizás no tanto al principio, cuando pensaba que iba a ser un poco más fácil. Pero nunca creí que me iba a resultar tan sencillo luchar por victorias como con la Yamaha en las primeras carreras, y así fue", avisa.
"Lo importante -insiste- es que no perdimos la paciencia y trabajamos mucho, no nos dimos por vencidos. Creí en mí porque sabía que era cuestión de tiempo que la adaptación a la moto fuese cogiendo su forma y así fue. Incluso, en las dos últimas carreras pude luchar por las primeras y segundas líneas por victorias", para reconocer la complejidad de la Ducati: "Es una moto especial, más complicada”.
Con vista al futuro, Jorge se sincera: "En 2018 no podemos asegurar que vamos a ganar el campeonato, nadie lo puede prometer. Ningún piloto puede prometer victorias y campeonatos dada la igualdad que hay en MotoGP, pero puedo prometer que estaré mejor, me encontraré mejor con la moto, como me encuentro ahora y seguiré trabajando muy fuerte para volver a intentar ganar el campeonato, eso sí lo tengo claro en mi cabeza, otra cosa es conseguirlo", termina.