Valentino Rossi lía la de Dios en Yamaha: el italiano no calla más
El piloto tira de la manta
Harto. Así está Valentino Rossi tras comprobar que las promesas de Yamaha con vistas al nuevo curso no eran ciertas.
La M1 no va. Valentino se está viendo lastrado que está a años luz de la puesta apunto que le prometieron al piloto.
Una realidad que ha caldeado los ánimos en el box de la firma de diapasón y ha desencadenado el primer golpe sobre la mesa de Rossi.
"Nada demasiado especial. Esperaba que hubiese algo que nos echase una mano, pero la pista tuvo una opinión diferente...", atiza Valentino, que insiste: "Teníamos dos o tres ideas, pequeñas cosas que esperaba que pudieran ayudarnos en la aceleración, pero desafortunadamente fue como en la carrera. Revisando los datos y todo, no podemos ir más rápido".
Rossi se lamenta y apunta un drama mayor: no habrá más piezas nuevas hasta Brno, el 6 de agosto. "Las próximas pruebas son en el lunes de Brno, esperamos que haya algo más... Desde ahora hasta Brno correremos con la misma moto. Es una pena, pero es así. No es fácil, es un trabajo largo, por lo que es normal", concluye molesto.