El Monaco da la campanada y deja al Arsenal en la cuneta de la Champions

El Arsenal no logró culminar la gesta y el Mónaco jugará los cuartos de final de la Liga de Campeones pese a perder 0-2 en el Luis II. Le faltó acierto en los metros finales al conjunto inglés mientras los monegascos se defendieron con todo lo que pudieron. El buen resultado de la ida (1-3) fue clave y pese a los goles de Giroud y Ramsey, el Arsenal no seguirá en la máxima competición continental.

El Arsenal buscaba en la capital monegasca algo que nunca se había logrado en la historia de la UEFA Champions League: lograr la clasificación a domicilio después de llegar al partido de vuelta con dos goles de desventaja. Para ello, el técnico Arsène Wenger optó por un once ofensivo, con Dany Wellbeck y Olivier Giroud en punta, bien flanqueados por Santi Cazorla, Mesut Özil y Alexis Sánchez.

Pero fue el Mónaco quien comenzó mejor el encuentro, y el Arsenal tuvo que esperar a que pasaran los primeros 15 minutos de partido para acercarse a las inmediaciones de Danijel Subašić. Fue Olivier Giroud quien lo intentó, pero su testarazo tras centro de Héctor Bellerín se marchó fuera. A partir de entonces, el equipo londinense se hizo con el control de la pelota, pero el Mónaco defendía con solvencia y sin pasar muchos apuros.

Y en el 36 llegó el premio a su esfuerzo. Wellbeck puso un buen pase para el desmarque de Giroud, y el galo aprovechó el fallo en la salida de Subašić para mandar la pelota al fondo de la red con su pierna derecha. El tanto hizo mella en el Mónaco, y dos minutos después Aymen Abdennour sacó la pelota debajo del larguero después de una buena volea de Wellbeck. Y antes del descanso, en el 46, el meta del Mónaco evitó otro tanto de Giroud. Con el 0-1 a favor del Arsenal (3-2 para el Mónaco en el global), los jugadores de ambos equipos enfilaron los vestuarios del Stade Louis II.

Al Arsenal no le quedaba otra que arriesgar en la segunda parte, y Özil lo intentó en el 53’ con un lanzamiento de falta que desvió Subašić de manera acrobática. Cumplida la hora de juego, Wenger dio entrada a Aaron Ramsey en lugar de Francis Coquelin, en busca de un impulso para los suyos. Pero el Mónaco demostró una tranquilidad propia de un equipo más experimentado en noches como esta, y los de Jardim contemplaron con complicidad el plácido paso del tiempo.

Probado, sin suerte, todo lo anterior, el Arsenal recurrió a la épica final, esa que no sabe de razones sino de sensaciones. Y en el 79, tras un disparo al palo de Theo Walcott y un clamoroso error en el despeje de Kurzawa, Aaron Ramsey, que acababa de ingresar en el terreno de juego, mando la pelota al fondo de la red con su pierna derecha. Y en el 83, una prodigiosa intervención de Subašić evitó el tercer tanto visitante.

El Mónaco aguantó la presión visitante en los minutos finales y estará en el sorteo del viernes en Nyon, Suiza.