Macedonia 0-1 España: Cinco claves (no muy buenas) del partido
La Roja dejó casi hecha su clasificación, pero no muy buenas sensaciones ante un rival menor
Después de 45 minutos bastante buenos -probablemente los mejores tras el Mundial 2014 y la debacle de la generación de oro del fútbol español- y un choque de más a menos ante Eslovaquia, la selección española jugó un duelo a cara de perro en Macedonia que confirmó algunos defectos que debe pulir todavía en su camino hacia la Euro 2016 de Francia. El resultado de 0-1, con un tanto de Mata tras un centro en semifallo a los minutos de partido, fue lo único 'potable' de un encuentro feo, lleno de interrupciones y en el que los locales supieron en todo momento frenar a la Roja pese a no generar apenas peligro en la portería de De Gea. Estas fueron las claves de una noche gris para el combinado español:
1- España sufre mucho en partidos físicos. Lo decía Luis Aragonés antes de iniciarse la etapa de éxitos de la selección: "Nuestra condición física de base es inferior a otras selecciones". Era cierto, pero España supo contrarrestar ese defecto con un juego rapidísimo de toque y posesión. Ahora esa chispa y esa elaboración ha bajado varios puntos y los rivales, aunque no sean potencias futbolísticas, logran igualar mucho los partidos contra la Roja simplemente imprimiendo mucho ritmo físico y siendo intensos en la presión y en defensa. Macedonia supo parar las acometidas de los españoles una y otra vez con una presión alta, mucha velocidad en las ayudas y sin dejar que los futbolistas de Del Bosque recibieran de cara a la portería o con espacios. A España se le hizo 'de noche'.
2- Por momentos, falla la circulación. La Roja sigue siendo un buen equipo en cuanto a posesión y toque, pero no es el de antaño. Las bajas de Xavi y Xabi Alonso (sobre todo el primero) se notan mucho y a ello se suma el momento, bien no óptimo, bien no álgido por edad, de hombres como Iniesta o Silva. Otros, como Koke, Isco, Mata o Cazorla, la 'segunda unidad', o no acaban de dar el salto o tienen altibajos. Eso lo acusa el equipo, que puede completar grandes minutos como contra Eslovaquia o partidos muy 'planos', como el vivido ante Macedonia, donde la posesión no era efectiva: todo por el centro, sin profundidad ni soluciones en la zona de tres cuartos. Poca presencia en el área rival.
3- El problema de algunos jugadores concretos. Decíamos, la segunda unidad. En la mejor España, durante las Eurocopas 2008 o 2012 y en el Mundial, al equipo perfectamente reconocible como titular se le podían introducir algunos cambios de futbolistas que no bajaban el nivel, seguían haciendo al grupo competitivo e incluso cambiaban partidos o mejoraban situaciones complicadas. Ahora esto no pasa, o no pasa tanto. Como decíamos, hace falta que los Koke, Isco y compañía acaben de explotar.
4- Diego Costa sigue sin encajar. El hispano brasileño juega incómodo, sin espacios, porque su perfil es el de un delantero físico y que corre a buscar los espacios a la carrera. En poquísimos partidos con España se va encontrar con esta situación. Juega metido siempre entre centrales, escondido, y cuando se cansa cae a las bandas para buscar balones y generar espacios, donde es mucho menos peligroso. A ello hay que añadir su situación psicológica con la Roja. Se le nota nervioso porque sabe que no logra explotar y que hay muchas esperanzas depositadas en él. Frente a Macedonia volvimos a ver un repertorio de luchas en balones divididos y peleas con rivales, que terminaron con una cartulina amarilla en el minuto 34. Sigue muy perdido.
5- Dos apuntes positivos: el inicio del partido y Paco Alcácer. Poco se pudo sacar de una noche como la de Skopje, pero como notas que invitan al optimismo podemos hablar del comienzo del choque, en el que hasta el gol de Mata, en un centro que acabó colándose en la portería de Macedonia por pura suerte, España jugó con intensidad, rápido y al primer toque, recordando al encuentro del pasado sábado ante Eslovaquia. Quizá con el tanto tan 'fácil' a los pocos minutos hubo desconexión. Por otro lado, la entrada de Alcácer por Costa en el segundo tiempo volvió a demostrar que el idilio del delantero del Valencia con la Roja es especial. No marcó, pero se le anuló un tanto difícil de convertir por fuera de juego en el primer balón que tocó, en un desmarque muy efectivo. Sabe buscar su hueco arriba y a lo que juega este equipo. Es un proyecto de delantero de futuro para el combinado nacional.
Video: Macedonia 0 - España 1 - Eurocopa 2016