Messi tapa un escándalo bestial en el Clásico que deja alucinados a Vinicius, Ramos y Lucas Vázquez

Leo Messi tuvo que comenzar como suplente en el Barça-Real Madrid disputado en el Camp Nou, perteneciente al partido de ida de semifinales de Copa del Rey.

Un solitario gol de Lucas Vázquez puso en ventaja a los de Solari antes del descanso, pero ya en la segunda mitad Malcom, una de las sorpresas en la alineación, puso las tablas en el marcador.

Messi, al margen de su actuación en el terreno de juego, fue el centro de las miradas. Su cara en el banquillo lo decía todo. Vergüenza, enfado e impotencia se reflejaban en su rostro.

Porque Leo no quería perderse el partido bajo ningún concepto y apuró hasta el último instante con la intención de ser miembro del once inicial del equipo culé. Sin embargo, Valverde tenía otros planes con él.

El ‘Txingurri’, nada más enterarse de que la posibilidad de que el astro argentino disputara los 90 minutos era una utopía, tomó la decisión de reservarlo y hacerle disputar los últimos 30, los decisivos.

Algo que no comunicó al capitán hasta pocas horas antes del choque. Messi no se lo tomó nada bien, pero no le quedó otra que aceptar. Eso sí, el distanciamiento entre el extremeño y el ‘10’ cada día es más grande.

El gran escándalo, por otro lado, tiene como protagonista a Philippe Coutinho. El brasileño volvió a ser titular y, tras dos partidos a un nivel aceptable ante Sevilla y Valencia, volvió a evidenciar lo que se lleva hablando meses: del crack que brillaba en el Liverpool no queda ni rastro.

‘Cou’ estuvo desaparecido durante todo el partido y su poca participación vino acompañada de errores constantes. No quedan dudas, su salida en junio se da por hecha, siempre que se recupere una cantidad importante de dinero por él. 

Un problema que llega a Vinicius, Sergio Ramos, Lucas Vázquez, Benzema y compañía, que se preguntan una cosa: ¿Porqué juega el ‘7’, que es como jugar con uno menos?

El Camp Nou dictó sentencia. Coutinho está lapidado.