La gran crisis de La Masia condiciona la planificación del Barça 2015-2016

La Masia está en crisis. El fútbol formativo del Barcelona, el que fue artífice del mejor equipo de la historia del club, está en plena travesía del desierto. El pésimo papel que está realizando esta temporada el filial azulgrana en la Liga Adelante es sólo la punta del iceberg. Los jugadores emergentes que podrían hacerse con un puesto en el primer equipo pueden medirse casi con cuentagotas. Mientras Pep Guardiola se caracterizó por dar la alternativa a varias jóvenes figuras, algunas de las cuales se convirtieron en puntales del equipo, el Tata Martino y muy especialmente Luis Enrique, a pesar de haber sido entrenador del filial azulgrana no hace tanto, no están siguiendo sus pasos.

La sentencia de la FIFA sobre el fichaje de jóvenes promesas ha sido dura. Algunos chavales afectados por la medida han dejado el club. Además, está la imposibilidad de hacer efectivo ningún fichaje hasta 2016. Lo que podría ser una oportunidad de oro para los jugadores del B puede quedarse en nada. La entidad prefiere en apariencia centrarse en incorporaciones diferidas, cerrar la operación y guardarse la carta unos meses, antes que apostar con fuerza por una serie de futbolistas cuyo rendimiento en la Liga Adelante está siendo del todo nefasto.

Jordi Vinyals, quien tomó el relevo de Eusebio Sacristán al mando del Barça B, cree haber encontrado los motivos. Sus palabras han sido muy duras. "Creo que se ha degenerado todo el tema de los valores de La Masía y nos hemos encontrado un grupo que reúne esta degeneración", ha destacado el técnico. "Sin los valores de responsabilidad, intensidad, solidaridad, humildad... Sin todo eso no hay equipo y, sin equipo, no conseguiremos el objetivo", ha insistido.

En su opinión, la actitud de Halilovic, que se enfadó al ser sustituido tras la expulsión del portero, lo resume todo. "Estamos trabajando en la manera de comportarse de los jugadores, que tengan respeto entre ellos, al club, al cuerpo técnico... Estos valores los tienen, solo que hay que recordárselos porque sin ellos es difícil hacer un equipo", ha reiterado Vinyals.

Tras la llegada de la junta de Sandro Rosell en 2010, se inició una remodelación de las categorías inferiores en la que se depuró cualquier vestigio de la directiva anterior, algo que se acentuó tras la marcha de Pep Guardiola. El visible bajo rendimiento del filial resume una pérdida de potencial generalizada y que se ramifica por todo el fútbol base. El B es la punta del iceberg. Jordi Roura, responsable del fútbol formativo azulgrana, ya les dejó muy claro a los actuales miembros de la plantilla del filial que, en caso de descenso, serán ellos los que deberán competir en Segunda B. Nada de cesiones. Un ultimatum que no ha servido para frenar su caída libre en la tabla.