El 2015 de Suárez: De apestado en la Premier a volver a oler el podio mundial

El 2015 de Suárez: De apestado en la Premier a volver a oler el podio mundial

El uruguayo ha recuperado el crédito perdido en Inglaterra tras año y medio en el Barcelona, club con el que ha alcanzado su mejor nivel y se ha revalorizado junto a Messi y Neymar

Termina 2015, y toca hacer balance de lo que ha dado de sí este año en el mundo del fútbol. Y si hablamos concretamente del Barcelona, el equipo que lo ganó todo en Europa y que está en disposición de proclamarse campeón del Mundo en pocos días en Japón, sin duda una de las mejores noticias para el conjunto azulgrana ha sido comprobar que no se equivocó con Luis Suárez. El fichaje del uruguayo el pasado verano, a pesar de su larga sanción en el Mundial, ha resultado todo un acierto. De hecho, es el tipo que mejor ha conectado como '9' azulgrana desde David Villa.

 

Y esta afirmación no es cualquier cosa. Hablamos de una posición 'tabú' en el Barça desde hace muchos años por las dificultades para destacar lidiando (y teniendo que entenderse) con un jugador tan salvajemente bueno como Lionel Messi, el líder por decreto y por derecho del Barcelona y del barcelonismo. Por el puesto de delantero centro pasaron los Ibrahimovic, Bojan, Eto'o, el propio Villa o Thierry Henry. Mucho nivel como para igualar registros... o fracasos, si hablamos del sueco.

 

"Compartir cancha con jugadores de esta calidad no es nada fácil y es un privilegio, un orgullo [...] Uno intenta superarse, la Champions era un sueño y se cumplió. Quiero seguir triunfando y consiguiendo cosas importantes. Creo que ven el esfuerzo que hago en cada partido. Nadie me regaló nada, siempre trato de dar el máximo y los aficionados saben que mi sueño era jugar en el Barça. Quería dar todo por esta camiseta". Son palabras del propio Suárez en una entrevista para un medio local 'charrúa', y el delantero no se muerde la lengua. Hablamos de morder, algo por lo que al futbolista se le colgó el cartel de 'violento' en Inglaterra pese a sus tremendos registros anotadores con el Liverpool temporada tras temporada. El borrón en un historial del un jugador llamado a ser referencia mundial por su calidad, pero lastrado por episodios poco agradables para el espectador y muy aprovechados por la prensa británica, siempre ávida de polémicas con las que alimentarse.

 

Suárez estuvo a punto de hacer al Liverpool campeón de la Premier League en 2014 con un auténtico 'temporadón' y 31 tantos en el campeonato inglés, que le valieron la Bota de Oro europea. El fallo del equipo ante el Crystal Palace en la última jornada, histórico, dejó a Anfield sin saborear el que hubiera sido su primer título de Liga desde hacía 24 años. Al año siguiente, todo fue peor y culminó con una polémica acción ante el italiano Chiellini en el Mundial de Brasil que le mantuvo meses apartado de los terrenos de juego. El destino quiso que, tras completar su pase al Barcelona, tuviese que debutar precisamente en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, allá por octubre del año pasado. Un choque que el Barça perdió por 3-1 y en el que dio muestras de su falta de rodaje.

 

MSN

 

Sin embargo, y pese a multitud de dudas por sus primeros partidos, con trabajo y esfuerzo, Luis Suárez fue tumbando dificultades y consiguiendo números. Su entendimiento con Messi y Neymar fue espectacular en poco tiempo debido a sus características particulares: un jugador con habilidad para aguantar el balón de espaldas y abrir huecos en las defensas contrarias, siempre con la portería entre ceja y ceja pero con espíritu solidario. Que se asocia bien, que no está exento de calidad y que sabe cuándo asumir protagonismo y cuándo cederlo. Hasta ahora, termina 2015 con 37 tantos anotados entre casi temporada y media (23 el pasado curso y 14 en lo que llevamos de esta campaña). Además, es el segundo goleador más en forma de toda Europa ahora mismo, sólo por detrás del mexicano Chicharito Hernández. Ha marcado 14 goles en sus últimos 13 partidos oficiales con el Barça.

 

Suárez no esconde que buena parte de estas cifras las ha logrado gracias a su entendimiento, particularmente, con Leo Messi, también fuera de los terrenos de juego. "Soy un privilegiado por estar jugando al lado del mejor jugador del mundo, es admirable todo lo que hace. Nos juntamos a tomar mate, conocemos la misma cultura, tenemos la misma edad, hablamos de cosas de cuando éramos chicos... Distraernos fuera de la cancha siempre es lindo".

 

Cifras y sensaciones que han catapultado su candidatura, junto a Neymar y el propio Messi, a ocupar los tres miembros de la mejor delantera del mundo de la actualidad -y de la historia, según algunos- el podio en la próxima Gala del Balón de Oro, algo que sin embargo no le quita el sueño, pues estuvo incluso en las quinielas para ser primero en alguna ocasión en el pasado. "Es una cosa que se pasó, no es algo que me haya dejado triste". No debe estarlo, desde luego.