Análisis: ¿Qué tienen en común y en qué se diferencian Isco e Iniesta?

Los nombres de Isco Alarcón y Andrés Iniesta copan buena parte de los espacios informativos dedicados a la selección española esta semana. Los dos futbolistas, ambos de un perfil que no puede representar mejor el estilo y el tipo de fútbol que ha llevado a la Roja a alcanzar las mayores cotas de éxito de su historia hasta la fecha, pueden ser de lo poco que ilusiona al aficionado medio del combinado nacional estos días.

Porque aunque sea desgraciada, la realidad es que España se encuentra en un punto de total transición. Una travesía en el desierto cuya duración dependerá, en buena parte, del nivel de adaptación, evolución y capacidad de adoptar responsabilidades que las nuevas caras tendrán que ir mostrando en el futuro. Buena parte de la base del equipo que está reconstruyendo Vicente del Bosque se basa en los jugadores de la sub-21, que ahora tendrán que demostrar que pueden lidiar con la presión de mantener el nivel y el caché de un equipo que no tuvo rival en seis de los últimos siete años.

En ese camino hacia delante, Iniesta e Isco pueden y deben tirar del carro. Por eso se les compara. Su estilo y su posición en el campo es similar y cumplen funciones muy parecidas dentro del estilo de la selección. Y además son 'bajitos'. Aunque también presentan diferencias. A Andrés le costó un poco hacerse un nombre, tanto en el Barça como con España. En sus inicios se le comparó mucho con Xavi, algo que él mismo reconoce que no fue agradable. Quizás por eso intenta evitarle el mal trago al propio Isco "podemos jugar juntos", dice. "Es un halago que me comparen con él, pero yo soy yo", argumenta el otro.

Iniesta debutó con la selección el 27 de mayo de 2006, en un amistoso frente a Rusia. Acudió al Mundial de Alemania ese mismo año y fue titular en el tercer partido de la fase de grupos ante Arabia Saudí, pero le costó mantenerse, algo que sólo pasó después de aquella cita, en el periodo de transición de la Roja en el que Luis apostó por poblar el centro del campo de jugadores de toque. En su debut tenía 22 años. Isco jugó por primera vez en la absoluta el 6 de febrero de 2013 ante Uruguay en Qatar. Sustituyó al propio Andrés. Tenía 20 años, pero aquel estreno no le dió como para acudir al Mundial de Brasil un año después. Ahora ejerce de líder con España como el '6' en su día, y con Iniesta como mejor compañero. Ambos se encontraron 35 veces sobre el terreno de juego el pasado viernes ante Ucrania.

Andrés es regate y verticalidad, es pase y desequilibrio. Isco tiene la magia y la estética suficientes como para que le comparen con Zidane. Probablemente también más gol, algo que demuestran sus números este año. Tres con el Madrid y uno con la selección, por cero de Iniesta con el Barça. El malagueño ha demostrado, además, poseer un físico engañoso y capaz de sostener nada menos que el medio campo del Real Madrid, club donde se ha hecho con la titularidad por constancia y capacidad de sacrificio. Le falta tener el peso del culé en la selección.

Los dos pueden jugar más en el medio para darle rapidez al juego de toque y posesión o adelantar su situación sobre el césped para filtrar balones a los delanteros y entre líneas. Iniesta, además, tiene capacidad para actuar de falso interior izquierdo pero con más desborde en banda, algo que hizo con asiduidad en la Euro 2008. Cualidades que suman para un jugador al que en su día se le tachó de 'vago'. Lo que está claro es que los dos juntos no son un problema. Son una bendición para estos tiempos grises de la selección.