Las amenazas invitan a Luis Enrique a evitar riesgos con sus cracks en Cornellà

Luis Enrique salió muy molesto por el partido que anoche se vio en el Camp Nou. El técnico asturiano entiende que lo que el Espanyol hizo sobre el césped no es fútbol: juego parado, pérdidas constantes de tiempo, patadas, provocaciones, insultos... Luis Enrique echó en falta que el árbitro pusiera orden y defendiera los valores del fútbol: "Los límites no los marcan los jugadores ni los entrenadores, sino los árbitros, son ellos quienes controlan que esto sea fútbol, y no fútbol americano."

Y reclamó templanza a sus jugadores: "Cuanto más nos centremos en jugar, mejor. Lo que cae fuera de lo deportivo me preocupa, pero no pasa nada: es un derbi". Es la versión pública de Luis Enrique. La real, la que no trasciende, es que se espera una encerrona en Cornellà y que sus jugadores pueden salir del feudo españolista magullados por las ganas que los futbolistas del Espanyol les tienen y las amenazas que se escucharon anoche en los pasillos del Camp Nou.

Luis Enrique no quiere correr riesgos y aunque en la rueda de prensa posterior al partido dijera que la eliminatoria no está sentenciada, lo cierto es que considera imposible que el Espanyol pueda remontar un 4-1, por lo que ha decidido dar descanso en Cornellà a alguna de sus estrellas. Para evitarles un mal rato, no correr riesgos físicos y reservarles para desafíos de mayor compromiso que nada tienen que ver con el ajuste de cuentas que se prepara en Cornellà.