Holanda mantiene a España con dudas en su amarga transición

Pasa por encima de los de Vicente del Bosque en el primer tiempo (2-0)

Holanda mantiene a España con dudas en su amarga transición

Pasan los meses y España sigue sin levantarse después de su caída estrepitosa en el Mundial de Brasil. Ámsterdam tampoco fue el escenario de la reacción y la Roja perdió otra vez ante una de las 'grandes', Holanda, como ya hizo en sus últimos amistosos de envergadura frente a Alemania y Francia. El central De Vrij de cabeza y Klaassen golpearon por dos veces a la defensa española en un intervalo de tres minutos que dejó noqueado al equipo español. Pese a la mejoría en el segundo tiempo no se encontró el gol.

En un intervalo corto tratándose de partidos de selecciones, apenas diez meses, el aficionado medio empieza a acostumbrarse de nuevo a la misma cantilena que durante tantos años acompañó al combinado español: Ser el 'pupas' del panorama internacional, un equipo condenado a perder porque así había sido siempre a pesar de ir recogiendo buenos jugadores de aquí y allá para formar un grupo, que no un equipo, de gente que intentase dejar el pabellón alto cuando se salía a competir contra otros países. La generación de oro del fútbol español cambió aquello y demostró que se podía competir de igual a igual con el vecino, algo que parece que ahora tiende a interpretarse de mala manera.

El plan sigue siendo esperar a que las nuevas caras juegen exactamente igual que los que ya no están porque se supone que eso es lo que se debe hacer hasta el fin de los días, ya que España sólo venció jugando de esa forma. Se sigue vendiendo la idea de transición pero ésta no sólo no llega sino que no muestra síntomas de evolución porque al menor revés en contra el equipo no sabe cómo responder ni encuentra soluciones. No hace falta sólo encontrar sustitutos de garantías para los que ya no están. No busquen 'iguales' a ellos porque no los encontrarán; hace más falta confiar de verdad en un bloque y empezar a darle continuidad sin bandazos en cada convocatoria.

En este sentido, España entendió el encuentro no como una oportunidad para demostrar que sigue sabiendo jugar, sino como campo de pruebas sin darle importancia a los daños colaterales. Perder estrepitosamente en Holanda genera más dudas que el hecho de ver alguna característica ilusionante en los debutantes. El error fue grave. El equipo volvió a sentirse incómodo con la pelota (sí, en serio) en cuanto era presionado por los locales. Insistiremos una vez más en este detalle, ya que el esférico había sido el mejor amigo de la Roja en los últimos siete años. Ahora quema por momentos.

Sin estabilidad entre líneas ni una salida clara de balón, los laterales, especialmente Carvajal, sufrieron en exceso cada acometida de dos voluntariosas balas, Depay por la izquierda y Willems por la derecha. El primero de estos dos portentos físicos pronto será una figura del viejo Continente. Dicen que el United le pretende y no sería casualidad. Rapidez, descaro y poco aderezo en un "encarador" de los de antes, con las ideas claras. Bastaron unos primeros minutos de carreras y presión alta para que Sneijder encontrase la cabeza del central De Vrij en un centro desde el costado zurdo de la defensa española. Tres minutos después, cuando España aún asimilaba otro partido yendo a remolque en el marcador, Klaassen remató hasta dos veces una pelota dividida dentro del área pequeña. De Gea hizo un primer milagro pero no pudo con el segundo. Los centrales miraban. El equipo, en general.

Lentos en la circulación, sin ideas y sin movilidad, los centrocampistas no encontraron soluciones en Juanmi y Pedro, que estuvieron tan trabajadores y voluntariosos como erráticos. El canario demostró que hace tiempo que no está al desperdiciar dos claras ocasiones delante del portero 'Orange' eligiendo siempre la peor de las opciones. En cuanto al ariete del Málaga, que pudo marcar en un disparo cruzado en el 33', su rendimiento fue de más a menos. Con una oportunidad de Piqué tras una dejada de cabeza de Albiol se cerró el pobre capítulo del equipo en el primer periodo.

España mejoró en el segundo tiempo con los cambios, al contrario que Holanda. Entraron Silva y Vitolo por Isco (bastante desaparecido el malagueño) y Pedro y la selección dio un paso adelante, contagiada por los cambios de Guus Hiddink, que hicieron peor al equipo de casa. Fue entonces cuando asistimos a otra exhibición del que podría ser el gran problema de la España emergente: La falta de gol. En dos partidos y 180 minutos sólo un tanto y muchas oportunidades perdidas con una notable ansiedad en los metros finales. Del Bosque tendrá que seguir trabajando en este sentido. Pudieron marcar Cesc  y Vitolo. Morata le dio otro aire al equipo entre líneas y se rozó el gol, pero al mismo tiempo Holanda pudo aumentar el desastre. Al final lo que queda es un mensaje muy claro: Aún queda mucho. Más que pensar en pelear por defender el título de Polonia y Ucrania el objetivo prioritario de España debe ser el encontrarse de nuevo a sí misma.