Oblak vuelve a dejar al Real Madrid en blanco en el Vicente Calderón

Jan Oblak ha celebrado el Día Internacional del Portero por todo lo alto. El guardameta del Atlético ha sido una de las grandes claves para que el Real Madrid se marchara de vacío del Calderón por tercera vez en lo que va de temporada, después de que los blancos fueran también incapaces de marcar en terreno colchonero tanto en la Liga como en la Copa del Rey.

El meta, que estuvo a punto de ser devuelto al Benfica a principios de esta temporada y por el que también estuvo interesado el Real Madrid antes de cerrar la incorporación del costarricense Keylor Navas, ha firmado una primera parte del todo espectacular, frustrando grandes ocasiones de Gareth Bale y reaccionando de manera espectacular incluso cuando el tupido muro que formaban a veces sus compañeros en la frontal le complicaban la visión del esférico. 

El esloveno, suplente en los planes del Cholo Simeone en los albores de la presente campaña, ha sabido aprovechar perfectamente la oportunidad que le ha brindado la lesión muscular de Miguel Ángel Moyá para afianzarse en la titularidad del equipo. Visto su estado de forma, parece complicado que el mallorquín pueda desbancarlo ahora del puesto