La derrota en la final deja varios tocados en el bando sevillista
Varios futbolistas que debían aportar cosas clave en el partido apenas dejaron su sello.
El Sevilla no pudo sacar toda su magia esta vez en el Vicente Calderón. El doblete se escapó en la prórroga, después de una final en la que los de Unai Emery fueron superiores al Barça durante casi todo el partido, merced a una mayor ambición inicial y sobre todo a la expulsión de Javier Mascherano a falta de pocos minutos para que terminase la primera mitad. La inferioridad numérica permitió al equipo andaluz dominar el juego en muchas fases y hacer que el Barça tuviese que jugar a defenderse y agazaparse atrás, algo que apenas está acostumbrado a hacer.
Sin embargo, a pesar de los muchos minutos que el Sevilla dispuso para poder dar la puntilla al Barcelona con esta situación, los de Emery no supieron encontrar la vía de entrada ni gestionar el juego en superioridad. No encontraron huecos ni la tranquilidad suficiente como para poder manejar el choque del todo cómodos.
En esta situación, varios integrantes de la plantilla salieron muy tocados por su rendimiento especialmente bajo en una noche tan especial. Sobre todo Konoplyanka, que fue protagonista indirecto del principio del fin de la final al sustituir a Mariano y provocar una autopista por banda derecha que Neymar aprovechó para dejar con diez a los andaluces gracias a sus internadas y los pases en profundidad de Messi. Además, el ucraniano, que llegó esta temporada como fichaje estrella, no hizo prácticamente nada en ataque. Su aportación en esta primera campaña en España no ha sido la esperada y apenas ha sido titular, constituyendo una de las grandes decepciones de la Liga.
Por otro lado, no fue el día ni de Gameiro, pretendido por el Barça, ni tampoco de Fernando Llorente. Los delanteros sevillistas, inoperantes en ataque esta noche, no supieron definir ante un Barça sin Mascherano. Se notó la falta de frescura después del esfuerzo del miércoles.