Sergio Ramos emerge para unir a una selección 'dividida' en las fotos

A cuatro días del debut en la Eurocopa, vuelven a arreciar las dudas y las acusaciones de ‘clanes’ dentro del vestuario.

Sergio Ramos emerge para unir a una selección 'dividida' en las fotos

Una simple foto cuyo fin es demostrar el buen ambiente que Reina en la selección española ha sido la detonante de multitud de comentarios en redes sociales y en algunos medios de comunicación. Al tiempo que los internacionales se afanan por asegurar en diversas entrevistas que la convivencia está mejor que nunca en el interior de la Roja, y en especial los futbolistas de Madrid y Barça hacen gala de profesionalidad a la hora de hablar unos de otros, parece que el miedo se ha instalado en la afición después de la derrota contra Georgia. Los fantasmas de un grupo dividido y sin alma arrecian, pese a que Vicente del Bosque se ha afanado por potenciar esa ‘transición dulce’ durante dos años.

 

Ramos 

 

Esta es la imagen de la discordia. Una instantánea tomada de toda la selección antes de partir hacia Francia, donde casi nadie da un duro porque la Roja revalide por tercera vez un título Continental que lleva siendo nuestro desde 2008. En ella, jugadores de Barça y Madrid se destacan por sentarse juntos en el avión, dividiendo al grupo en ‘clanes’ por club, algo que se extiende con menor intensidad a otros núcleos de jugadores. ”Vende decir que Sergio y yo nos llevamos mal”, asegura Gerard Piqué, en unas declaraciones recientes a Onda Cero.

 

Pero lo cierto, es que el hecho de que existan más o menos grados de afinidad no significa nada. Y precisamente Ramos está siendo el elemento unificador del espíritu con el que la selección afrontará este campeonato. Ha quedado como líder de una selección a caballo entre la veteranía y la juventud, y ejerce como tal en cada acción en la que participa, dentro y fuera del césped. Manda en la defensa junto al propio Piqué y comanda los gestos de unión entre compañeros cada día. Por ello, será quien más tenga que tirar del carro y aparentar (o no) el buen rollo en una concentración que promete tener mucho de lo que hablar.