Lo que se esconde detrás del enfado de Luis Suárez con Uruguay

Luis Suárez está desolado. Las cámaras reflejaron su sentimiento de rabia al consumarse la eliminación de Uruguay de la Copa américa tras la derrota de la selección charrúa ante Venezuela. El delantero del FC Barcelona se ha visto apeado de la máxima competición americana por selecciones sin disputar un sólo minuto. La lesión que se produjo en la final de Copa ante el Sevilla no le ha permitido llegar a tiempo para ayudar a su selección a ganar la Copa América. Suárez estaba enfadado porque quiso jugar ante Venezuela, pero los responsables de la selección charrúa se lo impidieron. El propio Washington Tabárez lo dejó bien claro antes del partido: "La persona está por delante del futbolista". Uruguay no ha querido forzar a Suárez para evitar una recaída en su lesión que hubiera podido perjudicarle en el futuro.

Y Suárez estalló de rabia. Llevaba dos años apartado de los grandes compromisos de su selección y quería volver por la puerta grande. Su extraordinaria temporada en el Barcelona le había convertido en una de las grandes atracciones del torneo. Además, quería responder a la incomprensión de la FIFA, que llegó a tratarle como a un proscrito, realizando una actuación sobresaliente de la Copa América. Y también necesitaba brillar en el torneo para confirmar sus esperanzas de aparecer este año en la terna de finalistas del Balón de Oro. Su Bota de Oro y sus títulos con el Barcelona necesitaban de otro éxito con su selección para colocarle entre los más grandes del mundo en su batalla con Messi y Neymar para desbancar a Cristiano Ronaldo de los puestos de honor.

No ha podido ser y Luis Suárez lo pagó con el banquillo. Es la imagen de la impotencia de quien llegó a la Copa América dispuesto a comerse el mundo y se va con las manos vacías.