La intrahistoria: Sara Carbonero mueve los hilos de Iker Casillas
La última polémica con al Roja desentierra los fantasmas de la etapa del portero en el Madrid
Vicente del Bosque levantó la liebre y la libre corre a campo abierto. Las palabras del seleccionador nacional –“Iker no se portó bien con el cuerpo técnico”- vuelven a colocara Casilla en el foco a la vez que dan fuerza a las informaciones que colocaban al portero en el punto de mira en su etapa en el vestuario del Madrid.
La traumática última etapa de Iker en el Real sacó a la luz los trapos sucios de un futbolista que ahora vuelve a airear la Roja en su último paso por la Eurocopa.
Los muertos en al armario de Iker son ‘vox populi’ en un Madrid que advirtió en su día de que no era oro todo lo que relucía. Su extrema frialdad con De Gea, los problemas con Diego López/ Keylor Navas, con pesos pesados del vestuario del Real por las filtraciones interesadas a medios amigos de su pareja, mancharon una salida por al puerta de atrás de Iker Casillas que señaló a Sara Carbonero como el cerebro en la sombra.
En el Madrid existe el convencimiento de que la presión que ejerció su pareja resultó clave en las dificultades que planteó el futbolista en el tramo final. Carbonero llevó peor que mal el descenso a los infiernos de Iker en el Bernabéu, pero aún peor la pérdida de importancia y, en consecuencia, su propia caída.
Sara pasó de ser la novia de España por un beso exprimido como pocos, la mujer del capitán del Madrid/Roja a la pareja de un futbolista convertido en un problema en la entidad blanca y, a la postre, en la selección.
Los más cercanos a al pareja explican ‘off the record’ que la influencia de Sara en Iker es absoluta, hasta el punto de mover los hilos del portero en algunas de las decisiones más controvertidas, las que le han llevado a manchar su imagen en el Madrid y ahora con la Roja. Una realidad que deja al portero del Oporto señalado.
Del Bosque, de quien no se conoce palabra más alta que otra, no se mordió la lengua para avisar al personal: ojo con Iker… Una afirmación que pone en valor el pasado más oscuro de Casillas/Carbonero en sus días en Madrid.