La derrota del Oporto ante el Bayern aumenta la fama de gafe de Lopetegui
El ex portero ya ha vivido varios episodios relacionados con la poca fortuna a lo largo de su trayectoria tanto dentro como fuera de los terrenos de juego
Al bueno de Julen Lopetegui se le está creando una aureola no apta para supersticiosos. Algunos de los episodios que ha vivido el ex portero a lo largo de su trayectoria tanto dentro como fuera de los terrenos de juego podría llevarle a más de uno a pensar que se está procurando una quizás inmerecida fama de gafe. La contundente derrota ante el Bayern de Múnich (6-1) en la vuelta de los cuartos de final de la Champions, que supuso además su eliminación tras imponerse una semana antes en Do Dragao por 3-1, ha contribuido decididamente a aumentarla.
Lopetegui es uno de los pocos jugadores que tuvo la ocasión de defender tanto la camiseta del Real Madrid como la del Barcelona. Llegó al Camp Nou a mediados de los años 90 del siglo pasado, tras protagonizar temporadas más que interesantes en las filas del Logroñés, en las que, casi semana tras semana, alguna intervención suya estaba entre las mejores paradas de la jornada. En la selección, era el suplente habitual de Andoni Zubizarreta, intocable para el entonces seleccionador, Javier Clemente. En 1993, se cayó de la convocatoria para el decisivo partido ante Dinamarca, valedero para la clasificación para el Mundial 94, por unas molestias en la espalda. Zubi fue expulsado y el encargado de sustituirle en la convocatoria, Santi Cañizares, se convirtió en el gran héroe de la noche.
En el Barcelona, club al que llegó como relevo precisamente de Zubizarreta, nunca logró afianzarse en la titularidad. Sus intentos por convencer a la afición incluso le costaron encajar un gol de lo más tonto en la vuelta de la Supercopa 1994-95 ante el Zaragoza.
En el Barcelona nunca consiguió hacerse definitivamente con la titularidad y acabó fichando por el Rayo Vallecano, club en el que colgó los guantes y en el que hizo sus pinitos como entrenador... También con escasa fortuna. La trayectoria del equipo no era del todo positiva y fue destituido, aunque el equipo acabó descendiendo de todas maneras a Segunda B. En el Castilla tampoco dejó un gran recuerdo. Las cosas mejoraron en parte en las categorías inferiores de la selección española, con triunfos en el Europeo sub'19 y en el sub'21, que no tuvieron continuidad en el Mundial sub'20.
También tuvo otro batacazo, en este caso para nada figurado, cuando ejerció de comentarista para La Sexta en el Mundial de Alemania, en 2006. Se desmayó y cayó redondo, en directo. Pero hubo alguien que supo sacar provecho de ello. Un año después, aproximadamente, un banco convirtió su desgracia en una curiosa campaña publicitaria.