Don Balón avisó en 2015 del primer intento de fuga de Piqué de la Roja

Su decisión "meditada" del pasado domingo tiene un recorrido, como él mismo dice, aunque el asunto de la camiseta hiciera que explotase ante la prensa.

Don Balón avisó en 2015 del primer intento de fuga de Piqué de la Roja

"No es un calentón, es algo meditado". Piqué se apresuró a aclarar ante los micrófonos el pasado domingo, después de explicar, camiseta de España en mano, que el haber cortado las mangas nada tenía que ver con retirar de la misma unos colores de la bandera que nunca estuvieron ahí, que si anunciaba su retirada de la Selección nacional tras el próximo Mundial 2018 en Rusia no era por la polémica que se había montado vía redes sociales durante el partido contra Albania, sino que esa misma polémica había alimentado su impulso a hacer pública una decisión que tenía tomada desde hacía tiempo. "Es la gota que colma el vaso", afirmaba entre hastiado, decepcionado y pensativo.

 

El rostro del central internacional del Barça reflejaba también la derrota. Derrota frente a esa minoría ruidosa que durante dos años ha estado machacándole sin descanso, pitándole en cada entrenamiento y en cada partido con la Roja, y que ha servido de trampolín para que buena parte de la prensa (casi toda, en realidad) haya seguido dando mucho bombo a cada conato de gesto polémico por su parte, como este último con el corte de las mangas de una camiseta. "Lo he intentado de todas las maneras, pero parece que no soy bienvenido" fue otra de sus reflexiones el pasado domingo. Y también contribuye a reflejar lo que ha sido una carrera contra sus críticos en la que parece finalmente ha decidido parar: Lo cierto es que Piqué, que podrá ser muchas cosas pero para nada inconformista o de los que se dan por vencidos fácilmente, ha tratado de retrasar su decisión pensando que podía revertir los pitos en aplausos, como él mismo aseguró que iba a intentar en aquella rueda de prensa en Barcelona que gestionó para intentar parar el vendaval de críticas. En ese momento, también intentaba mirar por el bien de un grupo. El de la Roja, que a meses de una Eurocopa empezaba a verse afectada en su conjunto.

 

 

Toda esta mezcla de sensaciones es la que ha hecho que Piqué, finalmente, diga que lo deja, pero como él mismo asegura lo deja porque lo tenía pensado de antes. Lo único que ha cambiado por el choque ante Albania y la polémica con la dichosa camiseta es que lo ha hecho público antes de lo que pretendía. De hecho, la idea de abandonar la Selección le ronda por la cabeza desde hace mucho tiempo, aunque en ocasiones anteriores hubo actores que frenaron sus impulsos de dejarlo.

 

Nos referimos a junio de 2015, en pleno estallido de la espiral de críticas, pitos y vejaciones a su persona cuando vestía la elástica nacional. El "contigo empezó todo" estaba muy fresco y el defensa azulgrana decidía que así no seguía. Este medio ya lo reflejó, tal y como pueden ver en la imagen adjunta, pero en ese momento fue Vicente del Bosque quien, con su habitual mano izquierda, supo frenar al impulsivo jugador del Barça y convencerle de que podía darle la vuelta a la situación. Que era algo aislado, temporal, y que le necesitaba. Él y sus compañeros, de cara a una Eurocopa en la que España debía dar la cara.

 

Noticia Piqué

 

Don Balón ya avanzó que a Piqué se le pasaba por la cabeza dejarlo. Pero el ex seleccionador logró convencerle de que esperase un poco y siguiera. Ahora, más de un año después, no aguanta más. Como ya se ha dicho de mil maneras, considera (y está en lo cierto) que su compromiso futbolísto con la Roja ha sido siempre intachable. Que ha sudado la camiseta como el que más, y que por rendimiento, números y títulos es indiscutible que nunca le ha faltado profesionalidad. Pero a pesar de eso, se ha convertido en el blanco de todos los incendios de la Selección por motivos ajenos a la Roja. Su beligerancia ante el Real Madrid, sus bromas, su particular carácter o sus esporádicas pero polémicas opiniones políticas... escojan ustedes la opción que prefieran. Piqué ya no aguanta, y en esta ocasión nadie ha conseguido convencerle de que no lo deje... por ahora.