Pep Guardiola no quiere saber nada de los honores que le prepara Bartomeu

El técnico del Bayern, que ya descartó sentarse en el palco ante el Manchester City, no olvida las circunstancias de su salida del club y no quiere que su figura pueda tener un uso electoralista

Pep Guardiola no quiere saber nada de los honores que le prepara Bartomeu

Pep Guardiola no está por la labor de pensar en los honores que le prepara Josep Maria Bartomeu cuando vuelva al Camp Nou la semana que viene. El entrenador del Bayern no quiere que su figura pueda llegar a utilizarse de manera electoralista, muy especialmente por parte de una directiva con la que no tuvo una relación muy fluida en sus últimos años en el Barcelona. El técnico no olvida los desprecios por parte de los miembros de la junta de Sandro Rosell y el propio ex presidente, quien le llamba "el dalai lama", ni como sus recomendaciones para remodelar la plantilla fueron desatendidas, lo que acabó provocando su marcha de la entidad en 2012.

 

"Recibiremos a Pep con todos los honores", ha señalado Bartomeu. Algo que, desde luego, no va con Guardiola. El técnico del Bayern ya descartó sentarse en el palco cuando vino al Camp Nou este mismo año a ver la vuelta de los octavos de final de la Champions ante el Manchester City. Prefirió sentarse al lado de su padre, Valentí, y de su gran amigo, Manel Estiarte, en la grada. Vibró con el juego de los azulgrana. Ahora, en cambio, debe eliminar al que ha sido el equipo de su vida para tener la opción de jugar la final de Berlín. A pesar de sus sentimientos, hay un inevitable ánimo de revancha.

 

Guardiola se sintió desprotegido cuando la junta de Rosell prefirió mirar hacia otro lado en los momentos en que José Mourinho incrementó su acoso y derribo hacia el técnico bacelonista hasta límites casi insospechados. Después, vio como la junta no atendía su petición de remodelar al equipo desprendiéndose de futbolistas como Piqué, Cesc, Pedro o Dani Alves. Cansado, vacío, como dijo el mismo, decidió marcharse. Buscar otro reto muy lejos de casa. Ahora, tiene la oportunidad para tomarse su particular revancha. Y no piensa desaprovecharla.