Primer aviso (serio) para Zidane: El Legia deja tocado al francés
Las decisiones del técnico galo han hecho estallar un debate en torno a ciertos aspectos de la plantilla.
Si hubo un principal derrotado después del empate in extremis del Real Madrid en Varsovia en la noche del miércoles, ese fue Zinedine Zidane. No es que alguno de los futbolistas se salvase de la quema de un partido que vuelve a sembrar de dudas el futuro próximo del equipo, pero sí es cierto que la decisión del francés respecto al once inicial no fue la más adecuada (reconocido por él mismo) y dejó un doble mensaje nocivo, al tiempo que sus movimientos posteriores en los cambios no ayudaron en nada.
Las cosas como son: A este Real Madrid, que todavía no ha perdido ningún encuentro esta temporada cuando el Barça ya ha perdido tres y el Atlético uno, sería injusto 'matarle' incluso por encuentros como el del Legia. Pero es verdad que la tendencia en estos tres primeros meses de competición, sea por bajas, por falta de ritmo o intensidad, es que el equipo es endeble. Defensiva y tácticamente. Y que, cualquier miércoles o cualquier domingo, puede llegar esa primera derrota.
Pero volvamos a Zidane. Tras varias semanas de artículos en prensa y ratos de radio y televisión en los que buena parte de los medios y el tan manido entorno pedían la titularidad de Álvaro Morata, que durante el mes de octubre ha demostrado estar en un gran momento de forma y quizá algo mejor que Benzema, el galo decidió ponerle de inicio. Pero no por su compatriota ni tampoco por otro miembro de la BBC, sino colocándole de falso centrocampista por la izquierda junto a los tres tenores.
Como decimos, los mensajes fueron devastadores. Por un lado, se daba a entender que la entidad del rival era lo suficientemente baja para ganar el partido sin necesidad apenas de centro del campo, ofreciendo un aire de sobradez peligroso. Y por otro, se confirmaba lo que Zizou constantemente niega: que la BBC es intocable y que no quitar a Cristiano, Bale o Benzema no es una decisión técnica o, al menos, si lo es, corresponde a motivos que trascienden lo puramente deportivo. Con tal de mantener contentos a los tres, se es capaz de romper la armonía del equipo entero.
Es cierto que era el Legia, que el Madrid debió ganar el encuentro incluso jugando con cuatro delanteros y solo dos centrocampistas, y que además si había un partido para probar algo así, era este. Así como, segramente, queda también claro que Zinedine Zidane, que se cargó de toda la responsabilidad nada más acabar el choque ("lo que habíamos preparado no ha funcionado como esperábamos") no volverá a intentarlo. La pregunta es si entonces, después de este tropiezo, probablemente en el peor partido de la era Zidane como entrenador madridista, Morata volverá a tener una oportunidad de inicio a costa de la BBC.