Las estrellas de Wenger rozan el ridiculo otra vez
Kondogbia, Berbatov y Ferreira-Carrasco ahondan la maldición de un Arsenal que se suicidó defensivamente
El Príncipe Alberto II no se perdió detalle del partido que disputó el Mónaco en el Emirates Stadium. Los monegascos se llevaron el partido y prácticamente la eliminatoria con su triunfo por 1-3 sobre el Arsenal y que puede agrandar el gafe de los 'cañoneros' que desde hace cuatro años no consiguen pasar a cuartos de la Champions.
Arsene Wenger, técnico del club inglés y exentrenador del Mónaco, tenía la explicación a la derrota: el equipo se había suicidado en defensa. Su rival, el preparador portugués Leonardo Jardim, destacaba en cambio la disciplina y el acierto de cara a gol que habían tenido en contraste con la fragilidad defensiva de los ingleses, que se encuentran contra las cuerdas en estos octavos de final.
Y el Mónaco acudía a Londres con numerosos lesionados y sin su capitán, el sancionado Jérémy Toulalan, pero quien tomó la batuta fue Fabinho que manejó a la perfección el espacio por delante de la defensa y rompió constantemente los movimientos rivales. El Mónaco fue un ejemplo de disciplina, control, confianza y orden con la posesión. Mantuvo el balón con calma y tranquilidad, especialmente cuando caía a los pies de Dimitar Berbatov y João Moutinho, felices de tener el esférico en las botas y de esperar su oportunidad. El tanto crucial fue de Berbatov, el ex delantero de 34 años del Tottenham, que regresaba a la casa de su antiguo rival para añadir sal a las heridas 'gunners'.
El Arsenal tuvo más la posesión y creó más ocasiones, 14 por las 10 del Mónaco, pero de esos diez, siete fueron a puerta y tres fueron goles. Olivier Giroud tuvo la más clara cuando recogió un balón muerto tras el rechace de Danijel Subašić al fuerte disparo del exazulgrana Alexis Sánchez.
Por tercera campaña consecutiva el Arsenal ha perdido el partido de ida en casa en los octavos de final. El tanto de Alex Oxlade-Chamberlain pareció dar vida a los 'gunners' en la eliminatoria, pero Ferreira-Carrasco acabó con las esperanzas. El Arsenal tiene el potencial para causar problemas en el Stade Louis II, pero es complicado imaginarse que el conjunto de Leonardo Jardim, que sólo ha encajado dos goles en siete partidos en la competición, pueda encajar tres en un encuentro. "Tuvimos ocasiones, pero no las aprovechamos y nos suicidamos en defensa. Es muy muy decepcionante", comentó Wenger.