Así logró la Juventus desarbolar el juego de posesión del Real Madrid
Clave el mal partido de Ramos y las constantes pérdidas de Marcelo
Carlo Ancelotti recurrió a Sergio Ramos como mediocentro una vez más, la tercera en el tercer encuentro clave que el Real Madrid afrontaba en este tramo final de la temporada. Pero en esta ocasión, el sevillano ni le dio al equipo la solidez que precisaba ni supo cómo jugar en las fases de posesión de los blancos. Su mal partido fue una de las múltiples causas por las que el Madrid perdió y mostró una fragilidad y una inseguridad impropia. Pero, ¿qué fue lo que sucedió exactamente?
Falta de interpretación del estilo de juego rival. Ramos funcionó ante el Atlético de Madrid porque se le utilizó como 'stopper' contra un equipo contrario que dispuso un equipo en el que había un delantero centro de perfil físico y con poca movilidad y velocidad, Mandzukic. El plan de Simeone, además, propiciaba un juego de muchísima posesión del Madrid, que casi nunca se veía agobiado a la hora de mover la pelota incluso en campo contrario. En Sevilla, sin jugar igual de bien pero cumpliendo, el sevillano tampoco desentonó porque Bacca también ofrecía esas facilidades.
No así los dos hombres referencia de la Juve anoche. Morata y Tévez son arietes de desmarque, movilidad y calidad, no de un perfil físico. Su capacidad para ocupar espacios entre líneas desconcentró tanto a Ramos como a los centrales, que eran sacados de su sitio constantemente. Ninguno se enteró de la película. El español y el argentino se aprovecharon de ello recibiendo fácil en posiciones cercanas a la portería de Iker Casillas.
A esta situación no ayudó el mal partido de Marcelo, que permitió mucha profundidad por parte del costado diestro de la Juventus. Y a todo ello hay que sumar el derroche físico de Arturo Vidal. El chileno fue un azote para el medio campo merengue.
El resultado final fue que cuando el Madrid tenía la pelota la empezaba controlando muy cerca de su área, donde la Juventus sabía presionar y provocaba enormes dificultades a los blancos para sacar el balón jugado. En ataque estático, el equipo de Ancelotti tampoco supo encontrar soluciones ante la aglomeración de hombres.
El partido de vuelta ofrece cuestiones interesantes. No colocar a Ramos de mediocentro y optar por una medular de más calidad hará que el Madrid gane dinamismo, pero puede ser a la vez 'comido' por los centrocampistas físicos de la Juventus y por las caídas entre líneas de Morata y Tévez. Un puzzle interesante de resolver para Ancelotti.