Los cinco pecados del Barça (y un milagro) en la derrota ante el Athletic

El Barça entra en la Copa con mal pie. El equipo de Luis Enrique salvó los muebles en San Mamés con una derrota por la mínima ante el Athletic (2-1) que deja la eliminatoria abierta para la vuelta en el Camp Nou. Cinco pecado y un milagro resumen un encuentro que vuelve a mandar un aviso serio a Luis Enrique y compañía.

Piqué sigue en Barranquilla. El central del Barça cantó en los dos goles del cuadro bilbaíno. El defensa sigue alternando partidos para enmarcar con actuaciones de amateur que dibujan la peor cara del catalán.

Luis Enrique no da más de sí. El cambio de ciclo en el banquillo del Barcelona se pide a gritos. Valverde, que suena para relevar al asturiano, volvió a merendarse a ‘Lucho’ en la pizarra. El librillo de técnico del Barcelona está obsoleto.

Sergi Roberto no es un latera. El chaval lo intenta, le pone toda la ilusión/voluntad, pero sufre en una posición que termina convirtiéndose en una autopista cuando el rival es de enjundia.

Suárez no apareció. El ariete fue un visto y no visto ante el Athletic. Su participación fue de menos a más hasta evaporarse.

El arbitraje no gustó a nadie. Pero muy especialmente a un Barcelona que se va cargado de tarjetas. Los azulgrana protestaron al extremo las decisiones de un colegiado que desquició a los visitantes.

Y el milagro. Cuando nada se ve sigue apareciendo un solo hombre. Messi metió al Barcelona en la eliminatoria con un gol de falta para enmarcar. Luchado. Empujando. Y tirano de un carro que tiene mala pinta. Así no se gana la Copa. Pero tampoco la Liga. Y menos la Champions. Dicho queda.