¡La expulsión de Piqué en el Barça-Olympiakos acaba con un enfado bestial en el vestuario!

El equipo azulgrana golea con comodidad al conjunto griego a pesar de jugar con un hombre menos durante toda la segunda parte.

¡La expulsión de Piqué en el Barça-Olympiakos acaba con un enfado bestial en el vestuario!

El Barça superó con nota y con muchísima comodidad en trámite ante Olympiakos en la Champions League. Querían tener nueve de nueve puntos los de Ernesto Valverde después de los tres primeros partidos y así es. El equipo de Lemonis vive ya instalado en una crisis en su país, y mostró una debilidad muy grande en el Camp Nou. Sin embargo, la felicidad del Barcelona no fue completa, ya que Gerard Piqué fue expulsado en el minuto 43 del primer tiempo y de forma absurda.

 

Le había dado Ernesto Valverde una oportunidad muy importante a Gerard Deulofeu, desaparecido durante varios partidos hasta hace nada. Y lo aprovechó el canterano siendo sin duda el mejor futbolista sobre el terreno de juego en los primeros 45 minutos. Fue vertical, incisivo y muy voluntarioso, abriendo el campo por el costado derecho y ofreciendo soluciones en ataque ante una defensa cerrada. De hecho, el primer gol del partido, obra de Olympiakos en propia puerta, llegó tras uno de sus innumerables envíos al área griega.

 

messi

 

Sin embargo, con la doble amarilla a Piqué, Valverde hizo lo fácil. El central cometió dos acciones punibles en el partido y las dos se saldaron con tarjeta. La segunda especialmente absurda, al rematar por incercia con la mano un balón sobre la línea de gol. En lugar de ser el 2-0, supuso que el equipo azulgrana se quedase con diez hombres. Y el 'Txingurri' aguantó los pocos minutos que quedaban del primer periodo para hacer calentar a Mascherano y sacarle en la segunda mitad.

 

Regresaba el Barcelona a defensa de cuatro. ¿Y quién fue el sacrificado? Por supuesto, Gerard Deulofeu, que estaba ganándose el volver a entrar en la 'rueda' de los que cuentan para el entrenador con un fantástico partido. Algo que enfadó sobremanera al futbolista, que tuvo que ver cómo ante un rival asequible, que durante la segunda mitad encajó dos goles más frente a un Barcelona con diez jugadores, y que apenas atacó durante el choque, el técnico prefirió prescindir de él antes que arriesgar un poco jugando en casa y darle la oportunidad de seguir en el terreno de juego, jugando con tres defensas o quitando a un miembro del doble pivote Paulinho-Busquets. Sin duda, un detalle muy feo por parte del entrenador, que deja más que mosqueado a Gerard, y sobre todo tocado de cara al futuro en el equipo.