La nueva vida del gran Gaizka Mendieta... ¡como pinchadiscos!
Los ídolos del excentrocampista del Valencia y del Barcelona ya no son los grandes futbolistas sino los dj's David Guetta o Armin van Buren
Gaizka Mendieta provocó una guerra entre Valencia y Madrid. El centrocampista destacaba en el panorama futbolístico de finales de los 90 y comienzos del 2000. El brillante jugador acabó en el Lazio en el 2001 por una cantidad superior a 8.000 millones de pesetas (unos 48 millones de euros), convirtiéndose así, entonces, en el fichaje español más caro de la historia.
Mendieta no se acabó de adaptar al duro fútbol italiano y regresó a España para ir cedido al Barcelona. El mal momento del equipo a todos los niveles no le permitió rendier al máximo nivel y volvió a la Lazio para ser traspasado en el 2003 al Middlesbrough de la Premier League. Aquí después de las finales de Champions que había jugado con el Valencia, disputó de nuevo una final europea con el Middlesbrough, la Europa League de 2006 y que perdió también por 4-0 a manos del Sevilla. En el 2008 decidió colgar las botas en el club inglés.
Su 'fiebre del sábado noche'
Durante su etapa como cotizado jugador ya demostraba una pasión por la música y en Inglaterra se desató su ‘fiebre del sábado noche’. Mendieta ‘pincha’ en varios clubs de Londres, una ciudad que dice es ideal para dar rienda suelta a esta pasión.
La primera vez dice que fue “en el Festival Internacional de Benicássim, FIB, invitado por un amigo. Fue como jugar tu primer partido justo en la final de la Copa Mundial en el Maracaná. Había miles de personas, algo brutal e irrepetible. No ha habido nada igual“, recordaba.
Mendieta, a sus 40 años, no se plantea ni de lejos un futuro como entrenador, pese al nivel que demostró como futbolista. Lo suyo ahora es ser lo máximo en la música electrónica. “Para un jugador lo máximo es la Copa Mundial, y creo que para mí hoy lo máximo sería tocar en el Rythm Festival o el Lollapalooza de Estados Unidos”, explicaba.
El ex capitán del Valencia empezó con el admirado Heavy Metal, “y ahora me he ido ablandando con la edad”, pincha desde el género electrónico al ‘soul’ de los años 50 y 60 o música independiente contemporánea. Y si se le pide tres discos esenciales, “Velvet Underground de Lou Reed, cualquiera de Motown y algo de Blodie Valentine”.