En Sevilla se pelean por organizar la final de la Copa del Rey

El negocio para hoteles y restaurantes es suculento. Los posibles beneficios estarían estimados en unos 15 millones de euros y Sevilla no quiere dejar la ocasión de albergar la próxima final de la Copa del Rey entre Athletic y Barcelona. La negativa tajante del Madrid a dejar el Bernabéu ha animado aún más para que la capital andaluza no presente una sola candidatura, sino dos, a pesar de la distancia respecto a Barcelona y Bilbao.

El estadio de La Cartuja se puso sobre el tapete. Un campo que desde su inauguración ha estado infrautilizado y ven en su capacidad para 60.000 espectadores una magnífica opción para la final. En La Cartuja ya se jugó la final de la UEFA de 2003 y otras dos finales de la Copa del Rey en 1999 y 2001. Pero a este escenario le ha salido competencia en la misma ciudad, el Benito Villamarín del Betis.

Su aforo tampoco desmerece, 52.000 almas, y ha sido la Federación Andaluza de Fútbol quien ha propuesto en Madrid la posibilidad de que el Villamarín acoja este evento por vez primera en su historia. El Betis no ha solicitado dicho partido, sino que es una gestión federativa. El organismo que preside Eduardo Herrera quiere aprovechar su centenario para albergar este evento.

Y qué mejor que jugar con las mayores cartas posibles. Si ponen peros al Estadio de la Cartuja porque incomodan las pistas de atletismo que ninguno quiere, la alternativa es el Villamarín, aunque la fecha de la final de Copa, 30 de mayo coincida con jornada de Segunda División. Un detalle que no afectaría, ya que el Betis juega en el Heliodoro Rodríguez de Tenerife.

En Sevilla interesa el impacto económico que produce la llegada de más de 30.000 aficionados para presenciar la final. Así que pendientes estarán del próximo 25 de marzo que será cuando se conocerá la sede definitiva, tras las negociaciones que está manteniendo la Federación Española de Fútbol con los clubes implicados.