Lo que el Real Madrid no quiere se sepa del fichaje de Kovacic

El Madrid está en el punto de mira. Florentino Pérez tiene la normativa UEFA encima. El club blanco está muy cerca de superar el llamado 'fair play financiero' que impone que ninguna entidad puede invertir más de lo ingresado bajo pena de sanción.

Hasta la fecha el Real ha pagado 31,5 millones por Danilo; 7,5 por repescar a Casemiro; 6 por Kiko Casilla; 5 por Jesús Vallejo; 3,9 por Marco Asensio y 1 por recuperar a Lucas Vázquez. 54,9 ‘kilos’ que pueden rozar los 85 'kilos' con la llegada de Kovacic.

En el último ejercicio el Real cerró las cuentas con 74 millones de beneficio. Y esta temporada no ha ingresado un solo euro en ventas, lo que deja el umbral permitido por la UEFA para operaciones en los casi 75 'kilos' mencionados. El pasado curso Pérez invirtió 110 millones en las contrataciones de Kroos, Keylor Navas y James Rodríguez, pero ingresó 121,5 con los traspasos de Morata, Sahin, Garay, Xabi Alonso y, especialmente, de Di María. Este año las salidas no han dejado activos: Chichartio se fue a coste cero y Casillas costó dinero al club.

Con la operación Kovacic, el Real necesita vender sí o sí para cuadrar las cuentas y poder asumir la última petición de Benítez: un delantero. El centrocampista croata es, además, el plan b al que era el verdadero objetivo de Rafa: Kevin de Bruyne. El Madrid estuvo negociando con el Wolfsburgo hasta el último momento, pero los más de 60 millones que pedía la entidad germana decantaron la operación en favor de Kovacic.

Ahora, con la operación delantera en el horizonte, Florentino debe agilizar la nómina de futbolistas del Madrid con el cierre de ventas: Lucas Silva, Illarramendi, Cheryshev y compañía deberían dejar un mínimo de 40 millones en las arcas del club para evitar sanciones de la UEFA como ocurriera a City y PSG y poder asaltar el mercado en busca de un último refuerzo para el ataque que, eso sí, no podrá ser 'galáctico' y debería moverse en cifras no superiores a los 15-20 millones de euros.