¡Le tienen frito! El (nuevo) mote de Cristiano Ronaldo en el vestuario del Barça

Esperanza. No lo parecía en los primeros días de enero, cuando el Real Madrid, con o sin mayor suerte en el plano arbitral, mostraba una fantástica imagen de juego, actitud y hambre de títulos goleando al Sevilla y al Granada en sus dos primeros partidos oficiales después del Mundial de Clubes. No habría bajón físico y mental después del viaje a Japón. No se repetiría la debacle blanca de 2015... o al menos, ese pensamiento se había colado en el vestuario del Barcelona. Por primera vez en muchos años, al eterno rival le salía todo bien. Titulares y suplentes, todos suman. La resurrección de James Rodríguez, el buen rollo con Zidane... muchos argumentos como para pensar que este curso pudiera haber forma de meterle mano al equipo merengue.

Pero en apenas un par de semanas, todo eso ha cambiado. La derrota del Real en el Sánchez Pizjuán dio muchas esperanzas al Barça, que además ve ahora cómo hay conato de crisis en Chamartín tras quedarse el equipo a un paso de ser eliminado de la Copa del Rey. Dos duros reveses en apenas cuatro días que de repente siembran de dudas lo que parecía era un campo de rosas alrededor del vestuario bajo el método de Zizou. Y por encima de todo, preocupación respecto al estado de forma de determinados jugadores que, desde el banco, han dejado de aportar, respecto a las bajas que no cesan... y sobre todo, respecto al peligrosísimo momento de forma de Cristiano Ronaldo.

CR7 vuelve a ser tema de debate en el interior del Barça. Nunca antes, desde su llegada al Real Madrid, habían visto así de bajo al portugués, que bien entrado en la treintena parece empezar a sufrir las consecuencias de una década de bestialidades en cuanto a cifras de partidos jugados y goles. Un desgaste sobrehumano para igualarse a Leo Messi, basado en unas condiciones físicas estratosféricas que, con el paso del tiempo, empiezan a abandonarle. Es Ley de vida. Se parece un poco a Rafa Nadal en cuanto a caída del pedestal... y en Camp Barça provoca mofas.

Así lo aseguran los compañeros de Madrid-Barcelona, que señalan el nuevo mote que tiene el de Madeira en el vestuario azulgrana. "Pepito Piscinas", dice el citado medio, que es el nombre por el cual es conocido el '7' madridista en la caseta del eterno rival. El mejor ejemplo, una de las jugadas polémicas del choque ante el Celta del pasado miércoles, en el que el jugador se quejó amargamente por un supuesto penalti cometido por la defensa del Celta que el árbitro no señaló. Consideran en el Barça, siempre según el citado medio, que para el jugador que más penaltis ha marcado en la historia de la Liga debería ser ese cartel de 'piscinero' que tanto se le atribuye al Barça tradicionalmente. Desde luego, estos días deben estar pitándole los oídos a Cristiano con tanta crítica y mofa.