Bombazos NBA: arde el Este y ¡LeBron James quiere a esta vieja gloria!

Bombazos NBA: arde el Este y ¡LeBron James quiere a esta vieja gloria!

Philadelphia dinamiza su situación con ‘Fresh Prince’ y Los Lakers persiguen otro All Star del pasado

No, no es una broma: LeBron James y Los Angeles Lakers están considerando seriamente firmar a otra vieja gloria, otro All Star en desuso que podría incluirse dentro de una ya nutrida plantilla repleta de nombres ilustres, que engordan en lo mediático cada esquina del Staples Center, aunque, eso sí, lo hacen configurando un plan de dudosa efectividad. No sabemos si la iniciativa proviene de la franquicia o es un llamamiento desesperado de un The King que está dando sus últimos coletazos en busca de enderezar el rumbo hacia su quinto título (que le igualaría con Kobe Bryant), pero lo cierto es que el interés existe y toma fuerza.

Lo cierto es que según Marc Stein, la franquicia de púrpura y oro estaría considerando seriamente la opción de vestir de corto a Isaiah Thomas, agente libre de 32 años que solo disputó 3 partidos con New Orleans Pelicans la pasada temporada, promediando casi 8 puntos por partido (7,7 ppp). Es cierto que muchos tenemos el nombre de Thomas asociado a sus años gloriosos en lo individual, como sus ganadas -en buena lid- participaciones en el partido de las estrellas, pero lo cierto es que las lesiones y sus últimas temporadas, entre ellas una en Los Ángeles, la 2017/18, no son de lo más halagüeño para esperar grandes cosas del playmaker.

LeBron y Thomas

Recordemos que este verano han llegado a Los Ángeles veteranos como Trevor Ariza, con 36 años; Dwight Howard, con 35; Carmelo Anthony, que posee 37 primaveras, como LeBron; Kent Bazemore, 32 años, y Russell Westbrook, también 32. Si a este grupo se unen las edades de El Rey o Marc Gasol, con 35 años, se conforman unos Lakers de mecha corta; o lo que es lo mismo, una apuesta de última llamada que puede ser beneficiosa pero también conlleva innumerables riesgos y dificultades.


Doc Rivers contra Ben

Los problemas crecen en el lugar de los grandes problemas (con permiso del Madison Square Garden) como es el Wells Fargo Center, ya que tal y como apunta Kyle Neubeck, de Philly Voice, Doc Rivers y Ben Simmons habrían alcanzado un punto de no retorno en el que las carencias técnicas del base, por un lado, pero sobre todo su carácter habrían dado de bruces con la escasa paciencia del entrenador, forzando aún más la situación de Fresh Prince en la entidad de ese lado del charco americano, donde tan interesante se está poniendo todo. Hay que decir que no llorarían en Pensilvania por su marcha, y entre ellos no lo haría un Joel Embiid que ya rajó de su compañero en los Playoff, pero de sobra es sabido que su contratazo es una losa demasiado grande como para darle una salida fácil. Así pues, ¿están ambos condenados a entenderse? Parece que sí. El Este, en cualquier caso, es una caldera.

Rivers y Simmons